MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La situación económica motiva que la percepción de la salud de las mujeres sea peor que la de los hombres, según ha mostrado un análisis realizado por los organizadores del XVII Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM17).
"El desempleo o el tipo de trabajo, son determinantes para la valoración que la mujer hace de su estado de salud, pues se traducen en una peor calidad de vida, que ya de por si es peor que en los hombres, y, por tanto, la hacen más vulnerable a sufrir ciertas patologías y trastornos", ha comentado el director del Instituto Palacios, Santiago Palacios.
Asimismo, según el trabajo, la percepción que las mujeres desempleadas tienen de su salud es el doble de mala que la de las trabajadoras y también es superior a la de los hombres en la misma situación, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Incluso en el caso de las que se dedican a labores del hogar, la percepción es el triple de mala.
"Las mujeres viven durante más años ya que tienen una mayor esperanza de vida, sin embargo, viven en peores condiciones porque, además de que tienen sueldos más bajos que los hombres, se ven más afectadas por el paro. Todo esto influye, no solo en la percepción que ellas mismas tienen de su salud, sino en su estado real", ha señalado Palacios.
QUÉ PREOCUPA A LA MUJER
En concreto, los principales temas que preocupan a las mujeres en relación a su salud son el cáncer, sobre todo de mama y colon, en primer lugar, así como el estilo de vida y ejercicio, el deterioro mental, la osteoporosis, y el sobrepeso y la alimentación. No obstante, no están tan preocupadas con respecto a las enfermedades cardiovasculares, ni a los síntomas relacionados con la menopausia, como los sofocos y la atrofia vulvo-vaginal.
"Los profesionales debemos informar de la importancia de mantener hábitos saludables e insistir en el control de los cuatro riesgos cardiovasculares más importantes: hipertensión, sobrepeso, diabetes e hipercolesterolemia. Por otra parte, la calidad de vida durante la menopausia está muy poco atendida en este país. No podemos permitir que haya muchas mujeres que sufren por sofocos severos, o de atrofia vaginal, cuando hay medidas muy eficaces para ponerle solución", ha apostillado el experto.
Así, además de los citados, entre las mujeres que tienen hasta 45 años, destacan también las alteraciones menstruales dolorosas, el embarazo y la ansiedad y el estrés. Y es que, tal y como ha comentado la responsable de las Unidades de Psicología Clínica-Sexología y Psicoterapia del Instituto Palacios, Rosario Castaño, es una etapa en la que la mujer suele estar más centrada en su vida laboral, de ahí esta última preocupación.
Ahora bien, a partir de los 45 años, las preocupaciones empiezan a cambiar. "Llama la atención como el sobrepeso sufre un destacado descenso, cuando a esta edad es fundamental seguir unos hábitos nutricionales encaminados a la prevención de ciertas patologías, al igual que pasa con el colesterol que preocupa muy poco. Por otro lado, se incrementa la preocupación por cuestiones como la menopausia, la sequedad vaginal o el descenso del suelo pélvico. A partir de los 60, preocupa más el sobrepeso, además del deterioro mental y la depresión, el colesterol, la artrosis o la osteoporosis", ha asegurado la experta.
CUIDADOS EN LA SALUD DE LA MUJER
Por otra parte, los especialistas en salud de la mujer han insistido en la importancia de aplicar una serie de cuidados en función de la etapa en la que se encuentre cada una.
"Aunque los hay comunes a todas las edades y son los relacionados con el sobrepeso, la alimentación y el estilo de vida, donde lo más importante será incorporar ejercicio físico y la dieta mediterránea, variada con frutas y verduras. Esto les servirá para prevenir diferentes patologías en el futuro sobre todo las relacionadas con la salud cardiovascular", ha indicado la directora médica del Instituto Palacios, Mariella Lilue.
Otra recomendación común a todas las etapas de la vida de la mujer, es el seguimiento de las revisiones periódicas y correspondientes a cada edad. Asimismo, la experta Lilue ha avisado de que hasta los 45 años, conviene prestar atención a la salud sexual y reproductiva, y a cualquier alteración relacionada con la menstruación.
"A partir de esa edad, los cuidados deben ir más encaminados a la salud cardiovascular, que es la primera causa de muerte en la mujer española, seguido del cáncer, sobre todo de mama. Además, deberá prestarse atención a la salud ósea con especial énfasis en la artrosis y la osteoporosis, las alteraciones que pueden aparecer como consecuencia de la menopausia, como los sofocos o los trastornos de la salud sexual. Uno de los problemas asociados a esta etapa es la atrofia vaginal, que puede dificultar sus relaciones sexuales y que se consulta poco por vergüenza", ha zanjado.