MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ejercicio físico tiene múltiples ventajas y beneficios y es muy recomendable durante el embarazo, siempre y cuando la gestación se esté llevando con normalidad y no existan complicaciones porque durante esta etapa, no todos los deportes se deben practicar pero hay algunos más que recomendables.
El pilates, yoga y natación son algunos de los deportes que se recomiendan practicad durante el embarazo además de caminar que no conlleva ningún coste y ayuda a que el bebé se encaje o gire en caso de que se encuentre de nalgas.
Las principales ventajas tienen que ver tanto con la salud de la madre como con la del bebé que se está gestando a corto, medio y largo plazo. Por esta razón, la fundadora de 'Amarsupiel', Ana Villaseca ha asegurado que "el deporte y la alimentación son claves de una vida saludable y en el embarazo se han de tener más presentes".
Entre las ventajas encontramos que, hacer ejercicio, ayuda en la salud psicológica y emocional de la madre porque "una mujer gestante tiene un cócktel hormonal interesante, con lo que hacer deporte ayuda a que se sienta mejor; hay estudios que demuestran que las embarazadas pierden memoria y se vuelven más despistadas, y haciendo ejercicio esto se puede minimizar", ha señalado Villaseca.
Por otra parte, es importante que el cuerpo se encuentre en las mejores condiciones para soportar los kilos que se van sumando semana a semana en una mujer embarazada que siente como cambia el centro de gravedad de su cuerpo.
MEJORAS EN EL CUERPO
El deporte mejora la condición cardiorespiratoria porque a medida que avanza el embarazo, los órganos internos se desplazan para dejar espacio al feto en crecimiento y los pulmones se ven afectados. Sin duda, una de las mejores formas de reforzar ambas es el deporte.
Durante la gestación, es normal el aumento de peso y que se tenga apetito más a menudo por lo que aumenta el consumo de calorías, al menos 300 más, necesarias por otro lado para atender al arduo trabajo de crear vida.
Por ello, "El deporte sin duda quema calorías, es desde luego una ayuda a que el cuerpo se equilibre, fortalezca y se produzca un aumento de peso más razonable, además hay que tener en cuenta que el aumento de peso excesivo durante el embarazo puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, diabetes o de sufrir un parto prematuro", ha señalado la experta.
Por último, el cuerpo se encuentra en mejores condiciones para el momento del parto porque "un programa de ejercicio físico puede disminuir no sólo los dolores lumbares sino que al fortalecer esa musculatura e incluso la del abdomen y articulaciones pélvicas generan una mayor elasticidad de la zona y por lo tanto estar mejor preparado de cara a la labor del parto, pudiendo reducir así el dolor de una forma considerable al encontrarse el cuerpo más fuerte", ha concluido.