MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha advertido a las mujeres sobre las complicaciones que entraña el síndrome antifosfolípido (SAF), como abortos de repetición o partos prematuros, y ha recomendado planificar el embarazo con un especialista en Reumatología.
Con el fin de hacer visible esta enfermedad, la sociedad científica ha elaborado un vídeo sobre el SAF, enmarcado en la campaña de concienciación 'Ponle nombre al reuma', donde se detalla que esta enfermedad autoinmune sistémica, que se caracteriza por la producción de autoanticuerpos (AAF), actúa contra componentes de las propias células o tejidos y, además, puede afectar a distintos órganos.
En la actualidad, con la terapia habitual el éxito del embarazo se logra en el 70 por ciento de los casos pero, si con esto no es suficiente, hay otros tratamientos que pueden ayudar a que
el embarazo fructifique.
La presencia de anticuerpos antifosfolípidos está asociado, en la mitad de los casos, a enfermedades reumáticas autoinmunes, siendo la más frecuente el lupus. Para la SER, el abordaje multidisciplinar es fundamental y debe estar compuesto por un reumatólogo, un
hematólogo y un obstetra.
En relación con el tratamiento del SAF, puede ser diferente según el tipo que sea, por ejemplo, si es trombótico, mediante
anticoagulación oral (medicamentos para hacer la sangre más fluida); o solo obstétrico, en el que se debe administrar dosis bajas de 'Aspirina' y un anticoagulante inyectable (heparina) durante todo el embarazo.
En este sentido, la sociedad científico indica que los tratamientos actuales intentan reducir la aparición de las
trombosis pero, señala, que no existe un tratamiento etiológico ni curativo de la enfermedad. Además del tratamiento farmacológico, añade que es importante establecer unos hábitos de vida saludables
para control de factores de riesgo cardiovascular.
Por lo general, con el tratamiento correcto y cambios en el estilo de vida (evitar el sobrepeso, el tabaco, el reposo prolongado, la toma de la mayoría de los contraceptivos orales, y la terapia hormonal sustitutiva tras la menopausia), la mayoría de los pacientes se mantienen sin episodios agudos de trombosis.