La rotura de la membrana basal, el inicio del cáncer de mama

Las mujeres mayores se benefician significativamente cuando se las examina con una mamografía 3-D
Las mujeres mayores se benefician significativamente cuando se las examina con una mamografía 3-D - RADIOLOGICAL SOCIETY OF NORTH AMERICA - Archivo
Publicado: jueves, 15 octubre 2020 14:45

MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia y de La Unidad de La Mujer del Hospital La Luz de Madrid, Manuel Albi, ha resaltado, con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama, que la rotura de la membrana basal por parte de las células anormales marca el inicio del cáncer de mama.

"Ese momento marca el inicio de la invasión tumoral de la mama (invasión local), la afectación de los ganglios axilares o mamarios (invasión regional) y la aparición de metástasis (invasión a distancia). "La rotura de la membrana basal marca el inicio del cáncer", explica el experto.

"Conocer esta historia natural del cáncer nos permite comprender los diversos escenarios de actuación médica, desde la prevención basada en el diagnóstico precoz, incluso idealmente antes de la rotura de la membrana basal, hasta la predicción y el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas. La gran mayoría de los cánceres de mama se van a curar de forma definitiva cuanto más precoz sea el diagnóstico", asevera Albi.

El cáncer de mama es tan antiguo como la humanidad: en papiros del Antiguo Egipto de 1.600 a.C. ya se describía la enfermedad. Sin embargo, hubo que esperar hasta el final del siglo XIX para disponer del primer tratamiento basado en el conocimiento científico. En aquella época, se pensaba que la única posibilidad de curar un cáncer era terminar hasta con su última célula, por ese motivo se realizaban cirugías extensas y mutilantes.

El cirujano estadounidense William Halsted, en consonancia con esta línea de pensamiento, describe en 1892 la mastectomía radical para el tratamiento del cáncer de mama. Se extirpaban grandes bloques de tejido, que incluían la mama, los músculos pectorales, ganglios axilares e incluso ganglios torácicos. Esta forma de tratamiento se mantuvo casi invariable hasta la década de los años 70 en la que ensayos clínicos ingleses y americanos permitieron establecer un nuevo concepto del cáncer de mama como una realidad biológica con repercusión en todo el organismo del paciente desde etapas iniciales.

Así, se demostró que cirugías menos agresivas tanto en la mama como en la axila, tenían el mismo resultado y que el concurso de procedimientos complementarios como la radioterapia, la quimioterapia unidos a la detección precoz y la educación sanitaria eran necesarias para reducir la mortalidad de esta enfermedad.

Por este motivo, y a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este lunes 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de sensibilizar y concienciar a las personas de todo el mundo sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente, con la finalidad de detectar cualquier signo o anomalía.

Al inicio del siglo XXI, la secuenciación del genoma humano permitió conocer el mecanismo intrínseco de la génesis del cáncer y el desarrollo de nuevos fármacos con mecanismos de acción molecular enormemente eficaces. Así, actualmente se disponen de fármacos más específicos a la vez que más activos y con menos efectos secundarios.