MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El riesgo de las mujeres embarazadas estadounidenses de sufrir un ataque cardiaco aumentó un 25 por ciento entre 2002 y 2014, de acuerdo con los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos).
Específicamente, los investigadores encontraron en su estudio, publicado en la revista 'Mayo Clinic Proceedings', que las tasas de infarto de miocardio aumentaron de 7,1 por cada 100.000 embarazos en 2002, a 9,5 por cada 100.000 embarazos en 2014.
Los responsables de esta investigación sugieren que la extendida tendencia de tener hijos en edades más avanzadas es una "posible razón" del aumento de estas cifras, ya que "el riesgo de ataque cardiaco aumenta de forma general con la edad, y especialmente durante el embarazo".
Además, apuntan a que cada vez más mujeres son obesas y/o tienen diabetes, factores de riesgo clave para un episodio de este tipo. "Otro factor que puede explicar el aumento es que los infartos de miocardio son más fáciles de detectar que hace una década, ya que las pruebas de marcadores tempranos han mejorado y están disponibles de una manera más generalizada", detallan.
Este análisis, la revisión sobre este asunto más grande en una década, puede ser utilizado como "un recordatorio importante de cómo un embarazo estresante puede afectar al cuerpo y el corazón de la mujer, provocando muchos cambios fisiológicos y desenmascarando factores de riesgo que pueden conducir a un ataque al corazón", explica el investigador principal del estudio, el cardiólogo intervencionista Sripal Bangalore.
Como parte del estudio, los investigadores examinaron 49,8 millones de nacimientos registrados en hospitales estadounidenses, y encontraron que 1.061 ataques cardíacos ocurrieron durante el parto. Otras 922 mujeres fueron hospitalizadas por infarto de miocardio antes del nacimiento, y 2.390 ataques al corazón ocurrieron durante el período de recuperación después de dar a aluz.
Bangalore puntualiza que, aunque el número absoluto de ataques cardíacos y muertes sigue siendo "bajo", la persistencia de una tasa de mortalidad relativamente alta (sin cambios en el 4,5% de los casos) se produce "a pesar de los avances en el tratamiento de ataques cardiacos, con stents recubiertos, con fármacos, y un mejor uso de medicamentos anticoagulantes para prevenir los bloqueos de los vasos cardíacos".
Esta investigación también ha proporcionado más evidencia de que el riesgo de sufrir un ataque cardíaco durante el embarazo aumenta a medida que las mujeres envejecen. Una mujer entre las edades de 35 a 39 años que queda embarazada tiene cinco veces más probabilidades de sufrir un ataque cardiaco que una mujer de unos 20 años, y las mujeres de 40 años corren un riesgo 10 veces mayor que las mujeres de 20.