MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Buffalo en Estados Unidos han observado que la enfermedad periodontal se asocia a un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres que ya han superado la menopausia, sobre todo en quienes son o han sido fumadoras, según los resultados de un trabajo publicado en la revista 'Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention'.
Esta enfermedad ya se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares como el ictus o la diabetes e incluso con algunos tumores como los de pulmón, páncreas, esófago u orofaringeos, por lo que los autores querían saber qué relación tenía con el cáncer de mama, el más común en mujeres.
Para ello, realizaron un seguimiento a más de 73.000 mujeres posmenopáusicas que habían participado en un estudio observacional y en las que no se había detectado un tumor mamario anteriormente. De ellas, el 26,1 por ciento tenía una enfermedad periodontal, cuya incidencia variaba de si la mujer era fumadora o no.
Tras un tiempo medio de seguimiento de 6,7 años, un total de 2.124 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama. Y al cruzar los datos vieron que el riesgo era un 14 por ciento mayor entre las mujeres que tenían enfermedad periodontal.
Además, entre las mujeres que habían dejado de fumar en los últimos 20 años y padecían una enfermedad periodontal, el riesgo de estos tumores era un 36 por ciento mayor, mientras que en las mujeres que fumaban en el momento del estudio el riesgo era un 32 por ciento mayor si tenían enfermedad periodontal, si bien la asociación no fue estadísticamente significativa.
Los que nunca habían probado el tabaco o lo habían dejado hace más de 20 años, el riesgo de cáncer de mama apenas aumentaba un 6 y 8 por ciento respectivamente.
"Sabemos que las bacterias de la boca de los fumadores o exfumadores que han dejado el tabaco recientemente son diferentes de las de los no fumadores", ha reconocido Jo L. Freudenheim, por lo que el mayor riesgo de cáncer de mama podría deberse a que dichos microorganismos entran en el organismo y afectan al tejido mamario.
Sin embargo, se necesitan más estudios para establecer una relación de causalidad, ha reconocido este experto, al tiempo que reconoce que el trabajo tiene algunas limitaciones ya que las mujeres participaban de forma voluntaria en el estudio.