MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Con motivo de la celebración del mes del cáncer ginecológico, que tiene lugar en septiembre, el presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), el doctor Antonio González-Martínez, advierte de que "el principal desafío en el abordaje del cáncer de ovario es que la mayor parte de las pacientes debutan con enfermedad extendida".
Tal y como destaca, esto supone "un reto diagnóstico", porque la mayoría de ellas tienen síntomas muy inespecíficos, pero, además, un "reto terapéutico", puesto que es preciso poner a disposición de la paciente las mejores estrategias de tratamiento para conseguir obtener la posibilidad de una larga supervivencia de la paciente.
"Se dice que el cáncer de ovario es el gran olvidado porque sus síntomas no indican que se trate directamente de un problema ginecológico: pesadez de estómago, hinchazón abdominal, sensación de saciedad, estreñimiento o diarrea; sino, más bien, de alguna alteración gastrointestinal que, aparentemente, no es de gravedad", explica la presidenta de la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO), Charo Hierro. "Esto hace que tanto médicos como pacientes dejen pasar un tiempo sin sospechas de esta enfermedad, lo cual lleva a que se diagnostique en fases avanzadas y a que el pronóstico sea más grave", añade.
De entre todos los tumores ginecológicos (que incluyen los tumores de ovario, cérvix o cuerpo uterino), el cáncer de ovario es la primera causa de muerte. De hecho, más de 3.600 mujeres al año padecen cáncer de ovario en España y, de estas, solo el 20 por ciento se diagnostica en estadios iniciales de la enfermedad.
Su diagnóstico tardío es una de las causas de su elevada mortalidad y se debe, principalmente, a que es un tumor que no presenta signos ni síntomas específicos a su comienzo, lo que hace que se diagnostique cuando ya se ha diseminado y es más difícil de curar. Además, la ausencia de métodos de detección precoz eficaces también repercute en su diagnóstico tardío.
Los esfuerzos de los profesionales sanitarios, las asociaciones de pacientes, la industria farmacéutica, y el resto de profesionales implicados en el abordaje de la enfermedad se dirigen, por tanto, a luchar contra este reto diagnóstico. Por un lado, desarrollando campañas de concienciación que permitan el reconocimiento de los primeros síntomas del cáncer de ovario. Y, por otro, facilitando el desarrollo de la medicina de precisión, que aprovecha las características clínico-patológicas y genéticas del tumor para encontrar el mejor tratamiento disponible para cada paciente de forma individualizada.
LA MEDICINA DE PRECISIÓN COMO ALIADA
La medicina de precisión se ha configurado como uno de los principales avances en cáncer de ovario, al permitir tomar decisiones terapéuticas en función de las características genómicas y moleculares de los pacientes.
La doctora en Bioquímica e investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Paz, Marta Mendiola, explica que "actualmente, sabemos que algunos cánceres de ovario presentan alteraciones en una vía de reparación del ADN, conocida como recombinación homóloga (HR)". Dichas alteraciones, continúa, tienen como consecuencia la pérdida de función en esta vía de reparación, y constituyen biomarcadores muy importantes en cáncer de ovario, puesto que se asocian a una mayor eficacia de algunos fármacos empleados en su tratamiento.
Además, esta experta añade que "en los últimos años, hemos asistido a un gran avance en el conocimiento de los eventos moleculares asociados al desarrollo del cáncer de ovario". En base a todo ello, se pueden establecer grupos de pacientes en función de la presencia de biomarcadores, que pueden ser de utilidad en las decisiones sobre el mejor tratamiento disponible para cada paciente.
Este es, por tanto, uno de los pilares en los que se basan actualmente los comités multidisciplinares de tumores para determinar tratamientos con una mayor especificidad y, en consecuencia, una mayor eficacia y menor toxicidad comparados con los tratamientos convencionales.
'DESDE AHORA YO', UN PROYECTO DE APOYO INTEGRAL PARA LAS PACIENTES
Una vez superada la fase de diagnóstico, existe otro reto al que hacen frente principalmente las pacientes y su entorno, la convivencia con el cáncer de ovario. Comienza en el momento en que las pacientes reciben el diagnóstico, pero no desaparece hasta tiempo después de finalizar el tratamiento.
En este sentido, la Alianza de AstraZeneca y MSD, con la colaboración de ASACO, ha puesto en valor su campaña 'Desde Ahora Yo', ya que permite visibilizar los síntomas del cáncer de ovario para hacerlos reconocibles y ayudar en el reto diagnóstico, al tiempo que ofrecen un apoyo integral para las pacientes.
Así, la directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca España, Marta Moreno, explica que "tras escuchar detenidamente las demandas de profesionales y pacientes, sabemos cuál debe ser nuestro foco en esta patología: la detección temprana; por este motivo, queremos impulsar cambios en la práctica clínica real que permitan mejorar el abordaje de las pacientes con cáncer de ovario".
Por su parte, la directora médica de Oncología de MSD en España, María Victoria Tornamira, afirma que "en cáncer de ovario, es necesario un enfoque colaborativo, que se complemente con la promoción de iniciativas, campañas de concienciación y proyectos que ayuden a las pacientes a reconocer los síntomas y a sentirse acompañadas en todas las etapas de su enfermedad".
Así las cosas, la búsqueda de los recursos, profesionales y apoyos necesarios para afrontar la nueva situación es clave para que no se dejen llevar por el miedo o la incertidumbre y puedan trabajar en áreas como la nutrición, el deporte o la sexología.
"Las pacientes necesitan saber en qué consistirá su tratamiento y qué procesos son clave dentro de su enfermedad. Contar con una hoja de ruta les permite aumentar su seguridad en el camino que inician y, para ello, es clave que puedan depositar su confianza en profesionales de referencia que les permitan resolver todas sus dudas", afirma la psicóloga Fátima Castaño, también psico-oncóloga, coach y sexóloga en el centro Md Anderson Cancer Center de Madrid.