¿Qué pruebas de salud femenina responden más al marketing que a la evidencia científica?

Archivo - Análisis de sangre.
Archivo - Análisis de sangre. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / WWW.STUDIOLAMAGICA.DE
Publicado: viernes, 16 febrero 2024 7:39

MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

Investigadores concluyen en 'The BMJ' que los intereses comerciales están copando las narrativas feministas sobre la salud, para comercializar nuevas tecnologías, pruebas y tratamientos, que no están respaldados por evidencia. Tal y como defiende Tessa Copp, de la Universidad de Sydney (Australia), este tipo de comportamiento de marketing corre el riesgo de dañar a las mujeres a través de una medicalización inapropiada, un sobrediagnóstico y un tratamiento excesivo.

El problema, dicen, no está en el uso de tecnologías, pruebas y tratamientos de salud per se, sino en la forma en que el marketing comercial y los esfuerzos de promoción impulsan tales intervenciones a un grupo mucho mayor de mujeres de las que probablemente se beneficiarán. Todo ello sin ser explícitos al respecto de sus limitaciones.

Analizan dos ejemplos actuales para argumentar esta cuestión. La primera es la prueba de la hormona antimülleriana (AMH), que mide los niveles de AMH en la sangre, relacionados con la cantidad de óvulos en los ovarios de una mujer.

A pesar de la clara evidencia de que la prueba no puede predecir de manera confiable las posibilidades de concebir de una mujer, las clínicas de fertilidad y las compañías en línea comercializan y venden la prueba al público en general, utilizando frases como "La información es poder y te permite hacerte cargo de tu fertilidad".

La segunda es la opinión de que todas las mujeres que se someten a pruebas de detección deben ser notificadas sobre su densidad mamaria, uno de varios factores de riesgo independientes de cáncer de mama.

Los argumentos enfatizan el "derecho a saber" de las mujeres, pero los autores señalan que la notificación de la densidad mamaria se utiliza actualmente para promover pruebas adicionales sin evidencia sólida (y sin mencionar la falta de evidencia) de que previene las muertes por cáncer de mama.

La notificación de la densidad mamaria también puede aumentar la ansiedad, la confusión y las intenciones de las mujeres de buscar exámenes de detección adicionales, mientras que la falta de confiabilidad de la medición de la densidad mamaria es otra preocupación, añaden.

Algunos han argumentado que los avances tecnológicos, más información y una atención cada vez más individualizada aún pueden mejorar el conocimiento y la salud de las mujeres incluso cuando no hay evidencia clara de que los beneficios superen los daños.

Sin embargo, si bien los autores apoyan plenamente una mayor autonomía del paciente, sugieren que la comercialización y la campaña para intervenciones y el suministro de información sin indicar las limitaciones o la evidencia poco clara de los beneficios "corren el riesgo de causar más daño que bien y, por lo tanto, pueden ir en contra del empoderamiento que se busca".

En conclusión, los autores dicen que "debemos garantizar que los objetivos de la defensa feminista de la salud no se vean socavados por el uso comercial del discurso feminista que promueve una atención no basada en evidencia".