MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las proteínas y radicales libres que produce el embrión permiten predecir el embarazo, según han concluido dos estudios de IVI Valencia que han presentado en el 35 Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE, por sus siglas en inglés), que se está celebrando en Viena (Austria).
Sus dos trabajos han estado relacionados con el análisis del medio de cultivo de los embriones, basado en analizar el entorno para conocer con el mayor acierto posible la calidad de los embriones y, por lo tanto, aumentar las probabilidades de éxito que la paciente puede tener durante el tratamiento.
En la primera de las investigaciones, desarrollada en IVI Valencia entre septiembre de 2017 y marzo de 2018 sobre una muestra de 81 ciclos preparados para la transferencia de un único embrión (SET, por sus siglas en inglés), se han analizado las proteínas que segrega el embrión al medio de cultivo.
"La importancia de este estudio radica en que son embriones que ya han sido testados genéticamente con resultado euploide. Tiene más valor, ya que, a pesar de ser embriones seleccionados genéticamente, no todos consiguen implantar, por lo que la idea es mejorar el proceso de selección gracias al análisis de las proteínas. Hemos recurrido a la ayuda, en parte, de inteligencia artificial (IA) unida a las imágenes que obtenemos mediante dos modelos de incubadores cinematográficos, desarrollando un método que combina imágenes con el método de selección proteica", comenta el investigador principal del estudio y director de investigación de IVI Valencia, Marcos Meseguer.
En su trabajo, han confirmado una secreción significativamente alta de IL-6 y IL-8 en embriones en crecimiento, destacando el potencial de estas moléculas durante el desarrollo de los mismos. "La mayoría de las concentraciones de proteínas presentaron un patrón de valores más altos en blastocistos eclosionados", añade el experto.
El segundo de los trabajos presentados se basa en el estudio del cultivo cuando se realiza de forma múltiple, en situaciones en las que se encuentran entre 10 y 12 embriones en la misma gota, con el objetivo de analizar si el perfil oxidativo puede ser un buen biomarcador para determinar la calidad de los embriones.
"Hemos desarrollado un método para valorar el entorno donde crecen muchos embriones. Al no desarrollar un estudio individual, hemos analizado la oxidación que se genera como valor medible en el medio donde se cultivan. Cuanto más activos son los embriones y de mayor calidad más oxidación generan dentro del medio de cultivo, lo que indica que van a estar mejor capacitados para realizar la transferencia y asegurar una mejor tasa de éxito en el ciclo para la paciente. Por el contrario, en los criterios de clasificación, el nivel de estrés oxidativo disminuyó a medida que la calidad del embrión empeoró", apunta Meseguer.