MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Técnicas Avanzadas contra el Cáncer (iTAcC) asegura que las mujeres en edad postmenopáusica, de unos 55 años, con pocos hijos o sin ellos, y que presenten distensión abdominal o masa pélvica tienen más riesgo de desarrollar cáncer de ovario, un tumor ginecológico de mal pronóstico que, en cambio, cuando se detecta a tiempo tiene una supervivencia del 90 por ciento.
De cara al Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se celebra el 8 de mayo, el jefe del Servicio de Oncología Médica de esta institución, Pedro Aramburo, reconoce que los síntomas del cáncer de ovario suelen confundirse con otro tipo de enfermedades menos importantes, lo que hace que en el 70 por ciento de los casos se diagnostique en fases avanzadas.
Del mismo modo, admite la poca conciencia acerca de sus riesgos entre las mujeres, de ahí que insista en la necesidad de dar a conocer los primeros síntomas que pueden alertar de la presencia de estos tumores.
Además de la distensión, estarían la sensación de saciedad a pesar de haber comido poco, dolor abdominal o pélvico, alteraciones de la micción sin explicación por otras causas más habituales, sangrado vaginal, alteraciones del ciclo menstrual o cambios en el tránsito intestinal
A estas formas de manifestación, el doctor Aramburo añade otras más inespecíficas como dolor de espalda, cansancio, pérdida de peso, derrame pleural y adenopatías inguinal, axilar o supraclavicular.
UN 15% SE DEBE A ANTECEDENTES FAMILIARES
Aunque todas las mujeres pueden desarrollar este tipo de tumores y las posibilidades aumentan con la edad, los antecedentes familiares son un importante factor de riesgo, presente en el 15 por ciento de los nuevos casos de cáncer de ovario. Así, tener un pariente directo con diagnóstico de cáncer de mama antes de los 50 años o con cáncer de ovario sin importar la edad genera el doble de riesgo de sufrir esta patología.
"También se ha observado que la incidencia de estos cánceres es mayor en países industrializados y algunos subtipos de cáncer de ovario se han visto ligados al consumo de tabaco", ha explicado este experto.
En el lado opuesto, hay medidas que se han revelado protectoras, como el uso de anticonceptivos orales, aunque no se aconseja como tratamiento preventivo puesto que eleva el riesgo de otras enfermedades.
Para diagnosticar el cáncer de ovario, es necesario realizar distintas pruebas, como un examen pélvico completo, una ecografía pélvica y un análisis de sangre y de orina para medir los niveles del marcador tumoral CA-125. La citología sólo detecta los cambios precancerosos en el cuello del útero, y también puede detectarse con un escáner, laparoscopia o, si es necesario para confirmar el diagnóstico, a través de cirugía.