MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
La contaminación, el ruido del tráfico y la temperatura en episodios de olas de calor podrían influir a corto plazo en el adelanto de los nacimientos antes de término que se producen en Madrid, según un estudio publicado en la revista 'Enviromental Research', realizado por investigadores de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.
Según el estudio, liderado por Cristina Linares, de los cerca de 300.000 partos que se produjeron en Madrid en el periodo 2001-2009, más de 24.000 fueron de bebés que no llegaron a las 37 semanas de gestación (partos prematuros); más de 20.000 correspondieron a bebés que nacieron entre las 30 y las 37 semanas (partos muy prematuros) y 4.270 fueron de partos por debajo de las 30 semanas (extremadamente prematuros), según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Respecto a la contaminación, la investigación establece que las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2,5), emitidas fundamentalmente por los vehículos diesel, se relacionan con los partos que se producen antes de las 37 semanas de gestación, en el sentido de que un día después que se produce un pico de contaminación por PM2,5 aumenta el riesgo de partos prematuros en un 3,7 por ciento por cada 10 micg/m3 que aumente la concentración de PM2,5.
Por otro lado, la temperatura en olas de calor no sólo influye en el número de partos prematuros, sino que también se relaciona con los denominados partos muy prematuros. Un día después de que se registre una temperatura máxima diaria superior a 34ºC aumenta el riesgo de que se produzcan partos prematuros en un 5,2 por ciento, y partos muy prematuros en un 4,7 por ciento por cada grado en que la temperatura máxima diaria supere los 34ºC.
En cuanto al ruido, que en una gran ciudad se debe al tráfico en más de un 70 por ciento, se relaciona no solo con los partos prematuros y muy prematuros, sino que también hay una relación entre el ruido y los partos extremadamente prematuros, que no llegan a las 30 semanas de gestación. Por cada decibelio que aumenta el ruido diurno en Madrid, ese mismo día el riesgo de un parto prematuro se incrementa en un 15,4 por ciento, en un 6,9 por ciento el de un parto muy prematuro, y en un 22,2 por ciento el de un parto extremadamente prematuro.
Las causas que relacionan el ruido y la temperatura con los partos prematuros, según han apuntado los investigadores, vienen de mecanismos fisiológicos asociados al estrés. En el caso de las PM2,5, el mecanismo biológico capaz de producir un efecto sobre las mujeres embarazadas a corto plazo aún no está claramente establecido.