Una nueva técnica abre la puerta a que mujeres con fallo ovárico prematuro puedan gestar con sus propios óvulos

Archivo - Beautiful pregnant woman sitting at bed and holds hands on belly in bedroom at home.
Archivo - Beautiful pregnant woman sitting at bed and holds hands on belly in bedroom at home. - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / NATALIA DERIABINA
Publicado: miércoles, 17 marzo 2021 13:25

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) ha desarrollado la técnica '4-step ASCOT', un proceso de activación ovárica que podría suponer una solución viable para mujeres con fallo ovárico prematuro, otorgándoles la posibilidad de gestar con sus propios óvulos.

En España, aproximadamente el 1 por ciento de las mujeres menores de 40 años padece fallo ovárico prematuro (POI, por sus siglas en inglés), lo que les priva de la opción de concebir un bebé con sus propios óvulos, teniendo estas que acudir a la donación de ovocitos en caso de querer satisfacer sus deseos gestacionales.

"A nivel reproductivo, este cese de actividad de los ovarios prematuramente es uno de los peores escenarios que podemos encontrar, ya que este perfil de pacientes ni siquiera menstrúa", explica la investigadora de la Fundación IVI-IIS la Fe, Sonia Herráiz, y autora del estudio 'Stem cell secreted factor therapy regenerates the ovarian niche and rescues folicles', publicado en 'American Journal of Obstetrics and Gynecology'.

El '4-step ASCOT' es una técnica precedida por un trabajo previo con células madre que, en el caso del ovario, segregan unos factores de crecimiento que estimulan a las células del ovario a crecer y desarrollarse. A ello se suma el plasma rico en plaquetas (PRP), que se basa en concentrar las plaquetas, que presentan unos factores de crecimiento diferentes. El '4-step ASCOT' combina ambas tecnologías en un proceso que, como su propio nombre indica, está integrado por 4 pasos.

El primer paso es la movilización de las células madre. Consiste en 5 días de movilización de células madre con un procedimiento estándar, similar al que siguen los donantes sanos de médula ósea o células madre, mediante inyecciones diarias subcutáneas de GCSF (Granulocyte colony-stimulating factor). Durante estos 5 días se enriquece la sangre en células madre y, por tanto, en los factores que estas segregan, es decir, estos factores positivos de crecimiento.

En segundo lugar, se encuentra la reparación del PRP. La paciente acude a clínica, se le realiza una extracción de sangre, y esta sangre se centrifuga para preparar el PRP. Este PRP, además, es un plasma previamente enriquecido en factores segregados por las células madre. El tercer paso es la activación del PRP, en el que se rompen las plaquetas para que los factores salgan.

La cuarta fase es la inyección directa del ovario. El PRP se inyecta en el ovario, en una intervención muy similar a la punción ovárica, pero, en vez de extraer ovocitos, se inyecta este concentrado rico en factores de crecimiento en diferentes puntos del ovario.

"Este procedimiento se basa en la combinación de dos técnicas que ya han mostrado efectos positivos sobre el ovario. Además, siempre es autólogo, es decir, con la propia sangre de la paciente, con lo que se evitan todos los posibles problemas de compatibilidad que puedan surgir", explica la doctora Herráiz.

"Hay una parte interna, que es la movilización de las células madre que sucede dentro de la propia paciente; y una parte externa, como es la extracción de la sangre previamente enriquecida, su centrifugación y activación en el PRP, para liberar los factores de crecimiento adicionales que contienen las plaquetas, y la posterior inyección en los ovarios de la paciente", detalla la investigadora. Después de este proceso, la paciente podría optar a un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) con sus propios óvulos para cumplir su deseo de ser madre.

La composición del plasma de las pacientes es diferente antes de iniciar la movilización y después, pues ya se ha descrito previamente que existe una firma sanguínea. "Cuando eres joven, tu sangre es rica en factores de crecimiento y cosas positivas, pero, según envejeces, la concentración de estos factores de crecimiento va bajando y empiezan a aumentar todas las moléculas inflamatorias y asociadas a determinadas enfermedades, motivo por el que nos hacemos viejos", apunta la doctora.

"La intención del presente estudio es reactivar la función ovárica a través de la inyección de los factores de crecimiento en pacientes que están sufriendo un fallo ovárico antes de lo esperable según su edad biológica", especifica.

CÉLULAS MADRE DE MÉDULA ÓSEA FRENTE A LAS DE CORDÓN UMBILICAL

Así, el estudio comparó resultados sobre el ovario de los factores segregados por células madre de médula ósea y de cordón umbilical. Después de estudiarlo en profundidad, confirmó que los resultados son incluso mejores en algunos puntos con células madre de médula ósea.

"Esto, a nivel clínico, presenta la ventaja de que, al final, siempre vamos a trabajar con sangre autóloga. No tenemos la necesidad de acudir a un banco de sangre de cordón, pruebas de RH, etc., lo cual facilita mucho el proceso", afirma la doctora Herráiz.

IVI BUSCA 42 PACIENTES PARA UN NUEVO ENSAYO

Así las cosas, IVI empieza un nuevo ensayo para el que busca 42 pacientes menores de 39 años con fallo ovárico prematuro sin causa aparente que quieran participar de forma voluntaria y optar así a la maternidad con sus propios gametos. La evaluación de la idoneidad de la paciente para participar en el estudio será realizada por el equipo investigador, ya que existen unos criterios establecidos.

Además de la doctora Sonia Herraiz, el equipo investigador lo componen el copresidente y CEO de IVIRMA y líder del proyecto, el profesor Antonio Pellicer, la ginecóloga de IVI Valencia, la doctora Elena Labarta, y ginecóloga de IVI Valencia e investigadora del IIS La Fe, la doctora Nuria Pellicer.

Las pacientes deben tener disponibilidad para desplazarse a Valencia, ya que es en la clínica IVI donde se realizarán los procedimientos iniciales relacionados con el estudio. Una vez realizada la técnica, las pacientes tendrán un seguimiento de 6 meses en los que, cada dos semanas, deberán realizarse una analítica y una ecografía.

Durante este periodo se comprobará, en primer lugar, si recuperan la menstruación. También se estudiará la bajada de los niveles de FSH y la subida de antimülleriana (AMH) pero, sobre todo, si comienzan a aparecer folículos antrales.

"En el momento que aparezcan, les realizaremos una estimulación e intentaremos recoger estos folículos que, de otra manera, no se podrían recuperar, ya que, para estas pacientes, esta podría suponer la única opción de ser madres con sus propios ovocitos", concluye la doctora Herráiz.

A lo largo de los seis meses durante los que se lleve a cabo la técnica de 4-step ASCOT, si aparecen folículos, tras comprobar la evolución de la paciente, se procederá a realizar un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) con sus propios óvulos, siguiendo la práctica habitual.