MADRID, 4 Mar. (Reuters/EP) -
Investigadores del Brigham&Women Hospital de Boston, Estados Unidos, han descubierto que las mujeres que usan de forma regular polvos de talco en su zona genital tienen un riesgo de cáncer de ovario un 33 por ciento mayor, según los resultados de un estudio publicado en la revista 'Epidemiology'.
En concreto, en el trabajo participaron 2.041 mujeres con cáncer de ovario y otras 2.100 participantes de características similares que sin embargo no estaban afectadas por este tumor, a las que preguntaron si solían utilizar habitualmente polvos de talco para aplicárselos en la entrepierna, en su ropa interior e incluso en las compresas o tampones, para aprovechar sus propiedades absorbentes.
El director del Servicio de Ginecología y Obstetricia de este hospital y autor del estudio, Daniel W. Cramer, reconoce que este factor de riesgo es "fácilmente modificable" y ha pedido sin éxito que los fabricantes de estos productos incluyan en el etiquetado advertencias sobre el riesgo que puede conllevar su uso genital.
"Las mujeres deben saber que, si se usa repetidamente, puede afectar a la vagina y al tracto genital superior", ha destacado.
La primera relación entre el uso genital de los polvos de talco y el cáncer de ovario se remontan al año 1982, pero este estudio es el primero que confirma esta relación antes y después de la menopausia.
De hecho, Cramer ha testificado como experto en diferentes demandas contra los fabricantes de este producto. Precisamente la semana pasada un jurado de St. Louis obligó a la farmacéutica pagado Johnson&Johnson a pagar 72 millones de dólares a la familia de Jacqueline Fox, que falleció el año pasado a los 62 años después de usar durante más de 35 años el gel de ducha 'Baby Powder'.
Johnson&Johnson sostiene que la evidencia científica ha demostrado que el talco es seguro, como demuestra que se comercialice desde hace mucho en bebés.
"Después de más de 100 años de uso, pocos compuestos tienen el mismo perfil de uso y seguridad demostrado como el talco cosmético", dice la compañía en un comunicado.
En 2006, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés) clasificó el uso genital del talco como posible carcinógeno, pero los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) no lo incluye dentro de los factores de riesgo del cáncer de ovario.
El jefe de la unidad de epidemiología clínica para el Instituto Nacional del Cáncer, Nicolas Wentzensen, ha explicado a Reuters que este nuevo estudio refuerza la evidencia que vincula el uso genital del talco con el cáncer del aparato reproductor.