MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los niveles elevados de estrógenos en las primeras etapas del embarazo conducen a anomalías en la arteria uterina que disminuyen el flujo de sangre a la placenta, lo que proporciona una menor nutrición al feto, según un estudio llevado a cabo en primates por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'Endocrinology'.
Y es que, según han observado, en lugar de adaptarse al aumento del flujo sanguíneo del embarazo al volverse más flexible, conocida como remodelación de la arteria uterina, las arterias permanecen rígidas cuando los niveles de estrógeno están elevados, lo que impide el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a la placenta y, a su vez, al feto.
Además, los científicos han demostrado que las primates embarazadas con niveles elevados de estrógeno que fueron tratados con factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés) durante el primer trimestre del embarazo experimentaron un aumento en la remodelación de la arteria uterina y tuvieron más probabilidades de dar a luz bebés de peso normal, en comparación con aquellos que no fueron tratados con VEGF.
"Nuestros hallazgos muestran que el VEGF juega un papel importante a la hora de ayudar a promover el flujo sanguíneo adecuado a la placenta, lo que podría ayudar a prevenir las complicaciones del embarazo que ocurren con la remodelación defectuosa de la arteria uterina. Si nuestro hallazgo se puede replicar en mujeres embarazadas, VEGF podría tener el potencial de prevenir la preeclampsia y otros problemas asociados con las anomalías de la placenta", han aseverado los expertos.
Las mujeres que desarrollan preeclampsia tienen pocos tratamientos efectivos más allá del parto, los cuales a menudo deben ocurrir antes de que el embarazo haya llegado a su término para revertir el aumento repentino y peligroso de la presión arterial. También hay pocos tratamientos para detener el parto prematuro o tratar problemas de crecimiento fetal.
En la actualidad, los investigadores están analizando a más de 100 pacientes embarazadas a través de ecografías en cuatro dimensiones (4D) para determinar si pueden identificar anomalías en la remodelación de la arteria uterina al inicio del embarazo humano. Si esa investigación tiene resultados positivos, los investigadores pueden comenzar los ensayos de tratamientos con VEGF en mujeres embarazadas.