MADRID, 23 Nov. (EDIZIONES) -
Aunque el embarazo es una etapa normal de la vida, se pueden apreciar cambios en el organismo que pueden trastocar el día a día de la futura madre. Según la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO), la mujer puede sentirse más sensible y emotiva, y en ocasiones cansada y fatigada; asimismo puede observar una mayor pigmentación de la piel y, a veces, la aparición de estrías; las mamas aumentan de tamaño; el estreñimiento y las hemorroides son frecuentes; o puede, entre otros, aumentar la necesidad y frecuencia de orinar.
No obstante, según destaca en una entrevista con Infosalus la ginecóloga del Hospital La Milagrosa (Madrid), la doctora Gloria Estaca, una de las incomodidades más frecuentes que padecen las embarazadas, sobre todo en el primer trimestre del embarazo, son las náuseas y los vómitos, hasta en un 70-80% de los casos. "No es algo grave, pero sí incómodo para la embarazada. Sólo en un pequeño porcentaje de casos, en apenas un 2% de las gestantes, se convierte en algo que puede hacer su vida más dificultosa, pero para nada es lo habitual", resalta la experta.
Según precisa, las náuseas suelen comenzar en torno a la semana 5 o 6 de gestación, siendo más acusadas durante el primer trimestre del embarazo (las 12 primeras semanas), aunque hay casos en los que se alargan durante más meses, pero asegura que de forma más leve.
La doctora Estaca explica que los vómitos y las náuseas se producen por la acción de la hormona del embarazo (Beta hCG) -- la que detectan los test de embarazo--, y que está más presente en el primer trimestre porque es la que da el estímulo de la gestación. A su vez, dice que las náuseas y los vómitos tienen lugar por la acción de los estrógenos, aunque señala que los factores psicológicos, como el estrés o la ansiedad, entran en juego, así como los factores familiares. "Se ha visto que si las hermanas o las madres han tenido vómitos o náuseas, nosotras también podemos tenerlos", advierte la ginecóloga.
En este sentido, la especialista insiste en que se trata de algo "normal", aunque "incómodo" para la gestante. Por ello, recomienda en primer lugar realizar de 5 a 6 ingestas de comida diarias. "Se ha visto que si se come como habitualmente, con un ayuno prolongado, se produce la sensación de la náusea, pero si las comidas se reparten entre 5-6 tomas al día, eso nos ayudará a combatirlas", señala.
También aconseja tomar más sólidos que líquidos, así como aquellos alimentos que sienten mejor a la embarazada, aunque siempre intentando seguir una dieta equilibrada y variada. "A muchas embarazadas les digo que se dejen un trocito de pan en la mesilla por la mañana para vencer esas primeras náuseas, y después ya se levanten para desayunar, primero lo sólido, como el pan, para después ingerir el líquido, como el café o el zumo, que se toleran peor", añade.
En cuanto a la ingesta de comida ve conveniente también evitar las comidas muy copiosas, picantes, o grasientas, que incrementan el número de náuseas y de vómitos. Otra de las sugerencias de la ginecóloga del Hospital La Milagrosa (Madrid) es la toma de jengibre, bien en pastillas o en infusión, "que como remedio natural ayudan bastante".
En este punto indica que el limón también ayuda bastante en forma de helados, o de zumos, así como lo frío. "Si luego vemos que con esto no es suficiente es recomendable acudir al médico para que nos recete alguna pastilla que hay indicada para estas situaciones en el embarazo", agrega Estaca.
Así, celebra que, aunque sea incómodo, se trata de una situación que ayuda a la embarazada a darse cuenta en ese primer trimestre de que está embarazada, ante la ausencia de tripa, y sobre todo "de que va bien" ya que el embarazo cursa como debe en el cuerpo.
Eso sí, la experta advierte de que aquellas mujeres que vomiten más de tres veces al día, ese 2% antes mencionado al que la gestación puede dificultarles su día a día un poco más de lo normal, deberían consultar al médico para que éste valore si hay alguna otra causa que también puede desencadenarse con el embarazo, como problemas con la tiroides, por ejemplo, aunque son poco frecuentes.
Como preventivo, también ve recomendable que toda paciente que desee quedarse embarazada tome complejos vitamínicos ante de la concepción, ya que indica que ayuda a disminuir la incidencia de las náuseas y de los vómitos en el embarazo.
En este punto, la especialista quiere desmitificar que el hecho de que haya náuseas en un embarazo no significa que vaya a ser niña, ya que todo depende de las hormonas antes mencionadas y no tiene nada que ver con el sexo del futuro bebé. Aquí resalta que en embarazos múltiples es más frecuente que la paciente tenga más nauseas y vómitos porque hay mas cantidad de hormonas.
Finalmente, la doctora Estaca recuerda que cada embarazo es diferente en la misma persona y que, aunque a mi vecina le pase algo, no tiene por qué pasarnos lo mismo a nosotros, por lo que el embarazo depende de cada persona.
Por su parte, Beatriz Díaz Toledo, ginecóloga en el Hospital Severo Ochoa de Madrid, y miembro de la SEGO, aclara también que el hecho de que se tengan náuseas o reflujo durante el embarazo no significa que el bebé tenga mucho pelo, como así sostiene la creencia popular.
"Para las náuseas hay que comer muchas veces al día y pocas cantidades. Son mejores las cosas sólidas y frías, mientras que en el caso de las líquidas sienta mejor una crema que una sopa en general. Hay que intentar en la medida de lo posible desayunar antes de levantarse, que te lleven desayuno a la cama", defiende la experta.