MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) han publicado en la revista 'Canadian Medical Association Journal' una nueva revisión para ayudar a los médicos a controlar el riesgo de cáncer de ovario en mujeres que portan las mutaciones del gen BRCA1/2.
Estas variantes genéticas son un factor de riesgo clínicamente importante para el desarrollo del cáncer de ovario y de mama, y las mujeres que portan estas variantes tienen un riesgo de por vida de cáncer de ovario de 39-44 por ciento y 11-17 por ciento, respectivamente.
"Dado el considerable riesgo de por vida y la alta mortalidad por cáncer de ovario en mujeres con variantes BRCA1/2, la reducción del riesgo es una prioridad", explica Melissa Walker, residente de quinto año en obstetricia y ginecología en la Universidad de Toronto, Toronto, Ontario.
La revisión, que examinó 46 artículos publicados entre 2014 y 2019, proporciona orientación sobre la detección, la cirugía preventiva, la anticoncepción y el tratamiento de los síntomas de la menopausia. En cuanto a las pruebas de detección, indican que las mujeres con antecedentes familiares de este tipo deben ser examinadas para detectar las variantes, al igual que las mujeres con un diagnóstico de cáncer de ovario pero sin antecedentes.
En cuanto a la detección, detallan que no existe una prueba de eficaz para detectar con precisión el cáncer de ovario. "La ecografía y los análisis de sangre tienen altos niveles de falsos positivos, lo que puede causar ansiedad y conducir a una cirugía innecesaria, menopausia temprana y otros daños", advierten.
Como no hay programas de detección eficaces, apuestan por la cirugía para extirpar los ovarios y las trompas de Falopio, que puede reducir el riesgo de por vida en un 80 por ciento. La cirugía debe realizarse entre los 35 y 40 años en mujeres con BRCA1 y entre los 40 y 45 años en mujeres con BRCA2. También abogan por otros tipos de cirugía, como la extirpación de las trompas de Falopio y la histerectomía.
En cuanto a anticoncepción y fertilidad, aseguran que aunque las pruebas son controvertidas, parece que la anticoncepción hormonal es "segura" para esta población. Por otra parte, señalan que el riesgo de menopausia temprana por la extirpación de los ovarios se puede manejar con terapia hormonal para reducir los efectos negativos de la pérdida ósea, las enfermedades cardíacas y otras afecciones. Las mujeres que han tenido cáncer de mama tienen un mayor riesgo de recurrencia y deben ser tratadas con opciones no hormonales.
"Las mujeres con estas variantes tienen necesidades médicas únicas y amplias que abarcan especialidades médicas y áreas de especialización, desde cirugía hasta genética, oncología, enfermería, especialistas en menopausia y trabajo social. La gestión multidisciplinar de estas mujeres es esencial", concluye Walker.