Afecta al aparato circulatorio; digestivo y locomotor, así como al sistema nervioso
MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La enfermedad de Graves Bassedow es una patología que predomina en mujeres, "siendo diez veces más frecuente que en varones", caracterizándose por "un exceso de la secreción y acción de las hormonas tiroideas sobre los diferentes órganos y tejidos del organismo", según apunta el doctor Ignacio Secades, especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Vithas Nuestra Señora de América.
Se trata de una patología tiroidea autoinmune en la que el paciente presenta anticuerpos circulantes detectables analíticamente. Generalmente se desarrolla en forma de brotes cuya duración e intensidad son variables en función del estado autoinmune. Así, el hipertiroidismo severo puede acompañarse de síntomas como el exoftalmos, bocio y edema pretibial.
Los síntomas que presentan los pacientes dependen de la intensidad y estadio del hipertiroidismo y se relacionan con el incremento metabólico por el exceso de hormonas tiroideas.
Asimismo, afecta al aparato circulatorio, produciendo taquicardias, arritmias y hasta insuficiencia cardiaca; al sistema nervioso, mostrando irritabilidad, nerviosismo, insomnio y temblor fino de manos; al aparato digestivo, favoreciendo la aparición de diarrea y al aparato locomotor, con debilidad y atrofia muscular, según explica el especialista.
Otros síntomas son la piel "caliente y sudorosa", cabello que se "vuelve fino y quebradizo". Y es habitual la pérdida de peso, "aun con buen apetito, y la intolerancia al calor", señala Secades.
En casos de hipertiroidismos severos no tratados se puede producir una tormenta tiroidea, "una situación muy grave que produce un cuadro de agitación, fiebre alta, taquicardia, temblor, dificultad respiratoria y deshidratación y que exige el ingreso inmediato del paciente por su gravedad".
EL TRATAMIENTO SE REDUCE PROGRESIVAMENTE
Respecto al tratamiento, "se comienza con dosis altas y se va reduciendo progresivamente. Si los brotes se repiten será necesario plantearse un tratamiento definitivo, administrando yodo radioactivo o mediante tratamiento quirúrgico".
En caso del yodo radioactivo se administra una dosis por vía oral, en función del tamaño y captación de la glándula, que se fija en el tejido tiroideo para destruirlo por medio de la radiación. Incluso, hasta en un 60 por ciento de los pacientes se produce hipotiroidismo residual, fácilmente controlable con hormona tiroidea.
El tratamiento quirúrgico puede ser la opción elegida para resolver el hipertiroidismo de forma inmediata o para casos de bocios voluminosos y nodulares o contraindicación de los tratamientos anteriores.
En este caso, el doctor afirma que entre un 1 y un 2 por ciento de los pacientes pueden sufrir complicaciones por lesión de las glándulas paratiroides, que produce bajada de calcio, o lesión de los nervios recurrentes que inervan las cuerdas vocales.
En algunos pacientes aparecen exoftalmos o protusión ocular, un signo típico de la enfermedad, en general bilateral, a veces asimétrico y en ocasiones de grado muy severo, pudiendo producir visión doble.
El tratamiento del exoftalmos debe realizarlo un oftalmólogo experto. En ocasiones será necesaria la administración de diuréticos, corticoides a dosis altas, selenio y, en casos más severos, radioterapia o cirugía descompresiva orbitaria.