MADRID 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
El estrés navideño que muchas personas sufren en Navidad afecta más a las mujeres, que doblan en proporción a los hombres, debido a la preocupación por las compras, los gastos excesivos, la acumulación de compromisos sociales y la falta de rutinas diarias que pueden ser desencadenantes de un estado emocional afectado, ha afirmado el psicólogo clínico del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, Pedro Adrados.
El especialista también ha asegurado que la peor parte se la llevan las mujeres debido a que estas son socializadas a través de modelos y estereotipos en los que el cuidado de los demás, lo doméstico y los detalles, se constituyen como ideales y expectativas propias.
Por este motivo conviene llevar a cabo una planificación de todas las tareas pendientes de realizar para evitar los agobios y las prisas de última hora, en la que es clave la organización. Asimismo, Pedro Adrados hace especial hincapié en la necesidad de bajar el ritmo o pedir ayuda en cuanto se identifiquen las primeras señales de estrés o ansiedad.
El especialista recomienda reservar un espacio de cuidado propio y personal para obtener determinados tiempos de desconexión. La clave es "buscar el equilibrio entre actividad y descanso, entre actividades placenteras y obligaciones o tareas poco satisfactorias ya que, cuando actuamos siguiendo lo que nos imponemos, lo que pensamos que se espera de nosotros, es necesario plantearse si existen otras alternativas". Actuar con mayor flexibilidad y capacidad de adaptación puede ser una buena herramienta para hacer frente a este tipo de situaciones, ha indicado Adrados.
En definitiva, la clave para vivir una Navidad sin estrés está en apostar por el equilibrio entre el cuidado propio y el de los demás, el sentido común y la flexibilidad.