¿Por qué las mujeres presentan un peor pronóstico en enfermedad cardiovascular que los hombres?

Archivo - Mujer sentada con dolor torácico.
Archivo - Mujer sentada con dolor torácico. - PEOPLEIMAGES/ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 26 octubre 2022 18:18

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La doctora Ana García Álvarez, jefa del Departamento de Cardiología del Hospital Clínic de Barcelona e investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha advertido de las diferencias de género en la enfermedad cardiovascular, destacando que el aumento de prevalencia en mujeres se produce tras la menopausia porque "desaparece el efecto cardioprotector de los estrógenos".

Derivado de ello, el debut de enfermedad cardíaca en la mujer se produce en edades avanzadas y, por tanto, con mayores comorbilidades, iniciándose 10 años más tarde que en los hombres. Pese a ello, representa la primera causa de muerte en mujeres.

Además, el tipo de cardiopatía es diferente. Por ejemplo, la incidencia de enfermedad microvascular es mayor, y también es mayor la incidencia de insuficiencia cardiaca con función preservada. Asimismo, en las mujeres que presentan un problema cardiaco a edades tempranas, el porcentaje de diabetes es mayor que en hombres.

Pero, además de estas diferencias, existen otras más relacionadas con barreras y sesgos de género. Uno de los aspectos más relevantes es la consulta tardía: las mujeres consultan de forma mas tardía que los hombres porque las mujeres presentan síntomas "atípicos". "En realidad, no son síntomas atípicos, simplemente son síntomas que no se han descrito en la literatura científica porque todos los estudios se han realizado en hombres", lamenta la cardióloga.

Así las cosas, además de los síntomas clásicos de infarto, las mujeres pueden presentar malestar general y náuseas. "Es muy importante la formación y la información, las mujeres debemos estar advertidas de esta sintomatología", expone García Álvarez. "Se ha infraestimado la capacidad de la mujer de padecer enfermedad cardiovascular porque se creía que era cosa de hombres. Pero lo cierto es que la mujer se afecta tanto como el hombre, por lo que es fundamental que las mujeres conozcamos los todos los síntomas", añade.

Por otra parte, la cardióloga ha recordado que la mujer "presenta una carga de responsabilidades domésticas mayor que los hombres y trabaja en tipos de trabajo relacionados con el cuidado de los niños y de los mayores", lo que influye en las enfermedades cardiovasculares.

DIFERENTE MANEJO

Más allá de eso, la mujer recibe un manejo diferente. "Al estar infrarrepresentada en los ensayos clínicos, se tiende a extrapolar y a pensar que debe recibir el mismo tratamiento que un hombre, pero no hay base científica suficiente", advierte la cardióloga.

Asimismo, la mujer se considera como una paciente mas frágil, ya que su probabilidad de presentar complicaciones en determinados tratamientos es superior. Esto lleva a que su manejo sea "menos intervencionista", adoptándose una actitud mas conservadora. Es decir, se apuesta por el suministro de fármacos, pero no por un catetersimo o por colocar stents.

También el seguimiento de las mujeres es menor que en los hombres. "El médico considera que el riesgo es menor y, además, las mencionadas obligaciones de la mujer hacen que ella se desvincule del seguimiento médico. Esto dificulta que se alcance la dosis óptima de medicamentos y, además, las mujeres tienen a abandonar más los programas de rehabilitación cardiaca", ha ejemplificado.

Para la experta, la consecuencia de todo esto es que las mujeres presentan peor pronóstico que los hombres ante un problema cardiovascular. "Para combatir esto, es necesario mitigar el sesgo de género, fomentando la concienciación pública sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres, y dejando claro que la enfermedad cardiovascular mata a más mujeres que hombres", defiende.

Por ello, ha exigido la incorporación de la perspectiva de género en la investigación, así como en las agencias reguladoras; además de la promoción del liderazgo de la mujer en cardiología y en posiciones de responsabilidad.

ATENCIÓN INTEGRAL

Más allá de la perspectiva de género, García Álvarez ha reivindicado la importancia de una atención integral centrada en la persona y en el paciente cardiovascular. "Ante un problema cardiovascular concreto, necesitamos, además de un cardiólogo, al médico de familia, que es fundamental para el manejo de enfermedades crónicas, y a otros profesionales, como los endocrinólogos y los nutricionistas.

Por otro lado, ha reconocido que a veces los especialistas priorizan "aspectos que son tan relevantes, como la supervivencia". "Entonces, no se tienen en cuenta factores que al paciente le importan incluso más, como poder realizar las actividades del día a día, la independencia, o no necesitar ir de forma frecuente al hospital".

Por ello, ha defendido que la voz de los pacientes será "fundamental" en los próximos años. "Para que el paciente pueda participar en la toma de decisiones, es necesaria una información de calidad", ha insistido la experta, que también ha abogado por una medicina personalizada o de precisión.

En este sentido, apuesta por la integración de tecnología y humanización, "mediante el trabajo en red y la colaboración entre instituciones, como la atención hospitalaria, la primaria, asociaciones de pacientes y los representantes de las políticas sanitarias". Finalmente, ha recordado que las enfermedades cardiovasculares se relacionan con los factores de riesgo cardiovascular, por lo que "es mejor ser capaces de prevenir que tratar", ha finalizado, en referencia a la necesidad de un impulso de planes de prevención.