Las mujeres y los menores de 30 años percibieron un mayor deterioro de su salud en el confinamiento

Una joven turista con maletas en el entorno de las Setas de la Encarnación, en  Sevilla a 3 de agosto del 2020
Una joven turista con maletas en el entorno de las Setas de la Encarnación, en Sevilla a 3 de agosto del 2020 - Eduardo Briones - Europa Press - Archivo
Publicado: martes, 8 septiembre 2020 11:16

GRANADA 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres y los menores de 30 años fueron quienes percibieron un mayor deterioro de su salud durante el confinamiento decretado contra el coronavirus, según un estudio realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP).

Se trata de la segunda medición de la Encuesta Sanitaria y Social de Hogares (Essoc) sobre salud, hábitos y condiciones de vida de la población andaluza durante la pandemia de covid-19, según ha indicado la EASP en una nota informativa.

Entre abril y julio se han realizado dos mediciones de la Essoc, con un mes de diferencia entre una y otra, teniendo previsto realizar una tercera para octubre. Los primeros resultados muestran que el confinamiento ésta impactando negativamente en la salud sobre buena parte de la población, especialmente en indicadores como bienestar emocional y en grupos de población como los de mujeres y jóvenes.

En las próximas semanas se obtendrán los resultados definitivos de esta segunda medición que realiza la EASP y se profundizará en aquellos según sexo y edad, así como en factores asociados al empeoramiento o la mejora de la población andaluza en su salud y bienestar emocional.

En concreto, la situación de confinamiento resultó ser más difícil en la segunda medición que en la primera para uno de cada tres andaluces (33,1 por ciento), mientras que a uno de cada cuatro le resultó más fácil (25,2 por ciento). Las mujeres manifestaron empeorar significativamente más su salud general y mental, así como los andaluces menores de 30 años.

El empeoramiento de la salud general en la segunda medición con respecto a la primera se dio en algo más de uno de cada cinco andaluces (21 por ciento), mientras que el de la salud mental fue incluso mayor, dándose en casi uno de cada tres andaluces (29,4 por ciento). Por el contrario, se observó una mejora en la salud general percibida en casi uno de cada cuatro andaluces (23,6 por ciento), mientras que la mejora en la salud mental fue menor, dándose en uno de cada cinco (19,7 por ciento).

Respecto al bienestar emocional, un 28,7 y un 12,1 por ciento se sintió, respectivamente, deprimido o solo con mayor frecuencia en la segunda medición que en la primera, mientras que un 12,3 y un 11 por ciento afirmó sentirse deprimido o solo con menor frecuencia. Las mujeres mostraron un mayor porcentaje de aumento en la frecuencia de depresión. Además, en depresión y soledad, la población menor de 30 años mostró un mayor aumento en la frecuencia de estos indicadores.

En cuanto al nivel de estrés de los hijos, la preocupación también aumentó en la segunda medición en un 35,5 por ciento de la población andaluza, mientras que disminuyó en un 19,9 por ciento. En la primera medición, un 8,9 por ciento de la población que consumía medicación, afirmó haberla aumentado desde el comienzo del confinamiento. De esta subpoblación, el 33,7 por ciento volvió a hacerlo en la segunda medición.

Los resultados preliminares de la segunda medición de la encuesta muestran que el 0,8 por ciento de la población andaluza mayor de 16 años afirmó haber sido diagnosticada de covid-19, mientras que el 13,3 por ciento refirió conocer en su entorno alguna persona diagnosticada. En ambos resultados no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre mujeres y hombres.

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