Archivo - Embarazo, embarazada. - NATALIADERIABINA/ ISTOCK - Archivo
MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los médicos internistas han pedido que las mujeres se sometan a las mismas pruebas específicas que los hombres para monitorizar su salud cardiovascular, especialmente antes de un embarazo y durante la menopausia, para lograr una correcta prevención primaria de eventos cardiovasculares, durante el 46 Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y el 39 Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (SADEMI).
"Actualmente, las campañas de prevención cardiovascular no están suficientemente enfocadas a las mujeres, hoy infraestudiadas en los ensayos clínicos. Además, la misma mujer tiene una baja percepción de los factores de riesgo cardiovascular y de la clínica de los distintos eventos cardiovasculares", ha afirmado la doctora del Servicio de Medicina Interna del Hospital Son Llàtzer (Mallorca) Almudena Hernández Milián.
Tras ello, ha explicado que las mujeres presentan numerosos cambios en su cuerpo, en la distribución de la grasa, de aumento de peso, cambios en el metabolismo del estradiol y resistencia a la insulina durante el embarazo y la menopausia, motivo por el que ha incidido en la importancia de realizar pruebas en las mismas.
"La evolución de los riesgos cardiovasculares a lo largo de la vida de mujer se asocian a la propia fisiopatología del sexo femenino, con algunas fechas clave que determinan el riesgo como son la menarquia, el embarazo, el postparto o llamado cuarto trimestre, la menopausia y la vejez", ha añadido.
Hernández ha aseverado que la mujer presenta un 6 por ciento más de muertes por causa cardiovascular que el hombre, y que uno de los mayores problemas tienen que ver con que las mujeres están "infraestudiadas, infrareconocidas, infradiagnosticadas y casi no están representadas" en los ensayos clínicos.
"Dos falsos mitos de la salud cardiovascular de la mujer son las ideas de que, por su fisiopatología, está protegida de tener eventos cardiovasculares y que, al tener el colesterol HDL más elevado, estarían menos expuestas a estos eventos. Otro dato es que la población desconoce las diferencias clínicas entre los eventos cardiovasculares en el hombre y en la mujer", ha manifestado.
La especialista también ha detallado que los principales factores de riesgo son la hipertensión, la diabetes, la dislipemia, el ovario políquístico, los abortos, los partos prematuros, el tabaquismo, la obesidad, la ansiedad o las enfermedades autoinmunes, y que deben ser seguidos desde la Medicina Interna a través de una evaluación completa de la historia clínica, una exploración física y la realización de pruebas complementarias, según los resultados.
EL RIESGO CARDIOVASCULAR DURANTE EL EMBARAZO
Los expertos han hecho especial énfasis en que el cuerpo de la mujer experimenta cambios profundos en su sistema cardiovascular durante el embarazo, momento en el que aumenta el gasto cardíaco y las arterias de la madre "se relajan" por el efecto de las hormonas y para soportar la sobrecarga adicional necesaria que permite nutrir al feto.
Esta adaptación del organismo materno puede producirse de modo inadecuado y aparecer problemas maternos a nivel cardiovascular, tal y como ha expresado el doctor del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario la Fe (Valencia) Pascual Císcar Fernández.
Uno de los principales problemas que pueden aparecer es durante la formación de la placenta, cuando ciertos factores pueden hacer que las arterias del útero aporten poca sangre a la nutrición fetal, lo que hace que la placenta perciba esa falta de riego y libere a la sangre materna sustancias de alarma que dañan órganos como el hígado, los riñones o el cerebro, originando hipertensión arterial, y que también pueden causar complicaciones como la hipertensión gestacional o la preeclampsia.
Este tipo de problemas afectan a entre un 5 y un 10 por ciento de las gestaciones, y no solo se relacionan con enfermedades previas de la madre, sino también con tratamientos hormonales, la fecundación 'in vitro' y la ovodonación.
Císcar ha expuesto que parte del daño arterial persiste tras el embarazo y que los desenlaces adversos del embarazo (preeclampsia, diabetes gestacional y desprendimiento prematuro de la placenta...) se consideran factores de riesgo "emergentes" para la salud femenina, asociados a mayor probabilidad de cardiopatía isquémica, enfermedad renal crónica o demencia vascular entre cinco y diez años después de haber sufrido estos trastornos.
"El desarrollo de estos problemas durante la gestación se ha visto que también afecta posteriormente a los hijos de estas pacientes, que tienen más prevalencia de HTA en edad joven y de problemas cardiovasculares en comparación con la población general. Se establece un continuum cardiovascular maternofetal del que queda todavía mucho por aprender y describir", ha agregado.
Por último, ha subrayado la importancia de llegar al embarazo con la enfermedad controlada en casos de mujeres con factores de riesgo conocidos, que deben ser detectadas tras un cribado de preeclampsia en el primer trimestre, pudiendo iniciar tratamiento con aspirina a bajas dosis en caso de alto riesgo, y que debe combinarse con una alimentación equilibrada basada en la dieta mediterránea y realizar ejercicio físico durante la gestación.