MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Charité-Universitatsmedizin de Berlín, en Alemania, aseguran que el riesgo de preeclampsia durante el embarazo puede predecirse precozmente mediante un sencillo análisis de sangre, incluso aunque no haya síntomas, gracias a la medición de dos proteínas presentes en la placenta.
Los autores de este trabajo, cuyos resultados publica la revista 'New England Journal of Medicine' (NEJM), recuerdan que las causas de dicho trastorno asociado a una presión arterial elevada y la presencia de proteínas en la orina no están del todo claras, a pesar de que afecta a entre el 2 y 5 por ciento de las mujeres embarazadas.
De hecho, es una de las principales causas de complicaciones en la segunda mitad de la gestación y en muchos casos se diagnostica demasiado tarde a pesar de que, en los casos más graves, puede resultar fatídico tanto para la madre como el niño.
Hasta ahora, la hipertensión y la proteinuria habían demostrado ser poco fiables para predecir la aparición de la enfermedad y sus complicaciones. Por ello, los autores trataron de fijar un valor de corte para la relación entre las proteínas sFlt-1 y PIGF, que se liberan durante el embarazo y se sabe que podían jugar un papel clave en la preeclampsia.
En su trabajo incluyeron un total de 1.273 embarazadas con alto riesgo de preeclampsia o en las que había sospechas de que pudiera desarrollarse este trastorno, a las que sometieron a un análisis de sangre para determinar la relación entre ambas proteínas.
De este modo, cuando el ratio sFlt-1/PlGF era inferior a 38 se consideraba un valor predictivo negativo cercano al 100% que permitía descartar un caso de preeclampsia en la semana siguiente. Y si era mayor a 38, suponía un valor predictivo positivo del 36,7 por ciento de que se desarrollara este trastorno en las próximas cuatro semanas, o de un 65,5 por ciento de sufrir complicaciones maternas o fetales en ese periodo.
"El principal problema de la preeclampsia es que su manifestación clínica es variable y los síntomas son a menudo demasiado inespecíficos como para conseguir un diagnóstico claro", ha reconocido Stefan Verlohren, que por ello cree que esta medición puede "servir para predecir mejor su aparición y posterior evolución".
Hasta el punto de que, si se confirma su eficacia, permitiría "evitar partos prematuros o un retraso en el inicio del tratamiento". "Lo más importante, sin embargo, es el hecho de que permitirá la aparición de la enfermedad durante al menos una semana, lo que reducirá considerablemente la ansiedad de la madre", ha añadido.