Mamografías antes de los 45: ¿en qué casos se recomiendan?

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Archivo - Mamografía - PIXELFIT/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: lunes, 15 enero 2024 12:35

   MADRID, 15 Ene. (EDIZIONES) -

   Las guías europeas de diagnóstico precoz recomiendan empezar a los 45 años las mamografías anuales, y finalizar con la realización de estas pruebas a los 75. No obstante, siempre hay excepciones y es lo que vamos a averiguar en este artículo.

   Para ello charlamos con Infosalus con la jefa de Radiología de la mujer del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, la doctora Ana María Rodríguez Arana, que también es vocal de la junta directiva del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama., y coordinadora de dGEICAM, una experta en la materia.

   Esto es así, según detalla, porque desde el punto de vista epidemiológico, y conociendo la historia natural del cáncer de mama, se sabe que la mayor incidencia de esta enfermedad se sitúa en esa franja de edad.

   Así, la también miembro de la Sociedad Española de Diagnóstico por imagen de la mama (SEDIM) recuerda que las mujeres más jóvenes, entre 40 y 50 años, tienen una mayor probabilidad de tener cánceres de mama más agresivos y, por eso dice que el 'screening' se adelantó a las mujeres de 45 años en la última actualización de las guías europeas (antes estaba en los 50 años).

   "Cuanto más precoz se manifiesta el cáncer de mama, más porcentaje de estos casos son casos de cánceres con un perfil de mayor agresividad, crecen más rápido, sus tasas de replicación celular son más altas, y cuentan con una capacidad de invasión precoz. Por ello, cuanto antes se detecte la enfermedad, ésta estará más localizada", agrega.

LAS EXCEPCIONES

   Ahora bien, preguntamos a la experta de GEICAM sobre los casos o condiciones excluyentes que llevarían a adelantar a los 40 la realización de las mamografías. Aquí destaca que entre esos factores de riesgo se encontrarían los cánceres hereditarios de mama, las mutaciones genéticas (según el caso deberían empezar a los 30-35 años); una historia familiar muy potente o familiares con cáncer de mama o de ovario; con antecedentes personales de cáncer de mama; o bien en los casos de sospecha.

   Con ello, la doctora Rodríguez Arana resalta el papel fundamental de las mamografías, una técnica de diagnóstico por imagen que no sólo sirve para el diagnóstico del cáncer de mama, sino también para la estadificación de esta enfermedad, algo que determinará su tratamiento.

   "Es una de las pocas pruebas que ha disminuido la mortalidad por cáncer de mama desde los años 80, cuando se empezaron a establecer los programas poblacionales de detección precoz de mama. Se ha visto ha reducido su mortalidad entre un 20-30%. Por eso, está más que comprobado que las mamografías funcionan, a pesar de que es una prueba que requiere de una compresión de las mamas para disminuir la superposición de tejido; una compresión importante (70 newtons), una sensación que es progresiva pero muy rápida", aclara.

   Sobre el tema del dolor, esta especialista en imagen de la mama sostiene que "es muy personal" porque hay mujeres que nunca han sentido dolor durante la mamografía, otras que manifiestan que esa compresión les genera malestar, mientras que otras no dicen nada. "Pero es muy rápida y dura menos de 20 segundos con los equipos modernos. Al final hay que desmitificar esa percepción de que te están chafando los pechos porque se hace una compresión progresiva y constante y mínima, que es necesaria para la prueba diagnóstica", agrega.

   Además, resalta la doctora Rodríguez que en la actualidad han mejorado muchísimo los procedimientos y los equipos actuales hacen la compresión justa para aplicar la menor dosis de radiación.

   "Cuanto más se comprime, menos dosis de radiación se da", puntualiza, al tiempo que remarca que hay mucho mito en torno a las mamografías y es importante saber que la radiación es la mínima y justa para cada paciente con los equipos modernos", subraya esta radióloga.

EMBARAZO Y LACTANCIA

   Otro de los mitos que ronda en torno a las mamografías es que estarían desaconsejadas durante el embarazo o la lactancia materna. Esta experta señala al respecto que, en el caso de las gestantes, se pueden realizar con una protección específica para el bebé, y pueden realizarse en aquellos casos en los que sea estrictamente necesario.

   Al mismo tiempo, aclara que en las madres que están dando el pecho se podría hacer, si bien afirma que su mama es más densa de lo habitual por el estado del tejido que produce leche. "En este caso la mamografía no es la mejor prueba en estas circunstancias, y aquí se opta por la ecografía, que es una alternativa a la mamografía. Tampoco se hacen mamografías en quienes tienen heridas en la piel para no hacer más daño o evitar infecciones. Y se pueden usar también alternativas a esta prueba como la resonancia magnética o la ecografía", remarca la miembro de GEICAM.