MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
La directora de la Unidad de Cardio-Mujer en Atria Clinic, Leticia Fernández-Friera, ha impulsado en España el movimiento 'Corazón de Mujer' que, inspirado en el proyecto 'Go Red For Women', creado por la Asociación Americana del Corazón, tiene como objetivo reducir la mortalidad cardiovascular entre las mujeres.
Y es que, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en mujeres por encima de cualquier tipo de cáncer y, en concreto, es 10 veces más mortal que el tumor de mama. De hecho, en 2020 fueron responsables del 26,17 por ciento de los fallecimientos totales, frente al 18,6 por ciento de las enfermedades oncológicas.
Además, la mortalidad asociada a un primer infarto en mujeres es hasta un 20 por ciento mayor que en hombres. Actualmente, las enfermedades del corazón, incluyendo los derrames cerebrales, están cobrándose la vida de una mujer cada seis minutos en Europa y cada 60 segundos en Estados Unidos, si bien alrededor del 80 por ciento de ellas se puede prevenir.
"Existe una baja percepción de riesgo de la enfermedad cardiovascular en la mujer. Además, las mujeres van más tarde al hospital y no priorizan su salud", ha lamentado en rueda de prensa la doctora Fernández-Friera, para destacar la necesidad de crear en los hospitales unidades específicas para la mujer y poner el foco en el corazón de la mujer, "diferente al del hombre".
Por ello, se ha puesto en marcha el movimiento 'Corazón de Mujer' que tiene como objetivo reducir la mortalidad en mujeres y destacar la importancia de conocer los riesgos asociados a la enfermedad cardiovascular y crear hábitos de vida saludables entre las mujeres.
"Gracias a estas campañas se han conseguido mejoras en el reconocimiento de los riesgos de la enfermedad cardiovascular en mujeres, crear subvenciones para apoyar el estudio de las enfermedades cardíacas, reforzar el apoyo necesario para mejorar la salud cardiovascular femenina y diseñar programas para alentar a las mujeres jóvenes a desarrollar carreras STEM", ha comentado la cardióloga clínica del Cardiac Ultrasound Laboratory en el Massachusetts General Hospital de Boston y codirectora del Programa Corrigan Women's Heart Health en el Massachusetts General Hospital Heart Center, Malissa Wood.
ESTRATEGIAS DE TRATAMIENTO MENOS AGRESIVAS
En este sentido, la experta ha insistido en que las diferencias basadas en el sexo en la enfermedad cardiovascular han sido tradicionalmente "poco apreciadas y comprendidas", por lo que las mujeres están poco representadas en la investigación, los ensayos clínicos y las publicaciones. Además, en estas patologías, todavía no se reconoce a la mujer en su particularidad ni se trata lo suficiente, y se enfrentan a disparidades en el diagnóstico y tratamiento.
"El riesgo en las mujeres a menudo se subestima debido a la percepción errónea de que están 'protegidas contra las enfermedades cardíacas'. Este poco reconocimiento, junto a las diferencias en la presentación clínica femenina, conduce a estrategias de tratamiento menos agresivas y una menor representación de mujeres en los ensayos clínicos", ha añadido Fernández-Friera.
Por otro lado, las expertas han explicado que existen varias razones por las que la enfermedad cardiovascular es importante en la mujer: es la primera causa de mortalidad y la tendencia está aumentando, al igual que sus factores de riesgo por el cambio en su estilo de vida y su baja percepción de los mismos.
Asimismo, éstos no solo incluyen los clásicos (tabaquismo, obesidad, sedentarismo, hipertensión) sino que "las mujeres suman también otros como la hipertensión en el embarazo, la diabetes gestacional o la menopausia precoz. Tampoco están bien representadas en las escalas de riesgo internacionales y, por lo tanto, se dificulta su diagnóstico y tratamiento.
Además, se conocen poco sus síntomas referenciales además del típico dolor en el brazo y el pecho como son dolor en la mandíbula, decaimiento, molestias en la espalda, dificultad para respirar y, por si fuera poco, acude más tarde al especialista, lo que se asocia a una mortalidad mayor respecto a los hombres (mueren un 20% más tras un infarto) y no recibe el mismo tratamiento (las tasas de adherencia a los programas de rehabilitación cardiaca son un 30% inferiores).
Por todo ello, ambas doctoras han coincidido en destacar que las mujeres deberían de priorizar su salud y conocer los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares y, así, se podrían llegar a prevenir hasta un 80 por ciento de estas patologías.