MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los bebés de madres lactantes que consumen poca fibra tienen más riesgo de obesidad en el futuro, ya que carecerán de diversidad microbiana en el intestino y tendrán una inflamación de bajo grado, según un en ratones realizado por investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas en la Universidad Estatal de Georgia, y que ha sido publicado en la revista 'Cell Host & Microbe'.
"Mientras los ratones jóvenes se mantuvieran con una dieta estándar, no hubo diferencia en su peso u otros parámetros metabólicos, independientemente de si su madre comía fibra o no. Pero vimos que los ratones de las madres privadas de fibra ganaron cantidades sorprendentes de peso y que aquellos cuyas madres habían consumido fibra aumentaron solo una pequeña cantidad de peso con esta dieta", han detallado los expertos.
A su juicio, si estos resultados se trasladan a los humanos podrían ayudar a explicar los casos en los que los adolescentes tienen un acceso muy fácil a las dietas de comida rápida, pero algunos muestran grandes aumentos en la adiposidad mientras que otros se mantienen en forma y delgados.
Una limitación del estudio fue la forma en que se realizaron los experimentos. Los ratones se mantuvieron en jaulas en un centro de investigación, por lo que no tenían otras formas de adquirir estas bacterias beneficiosas, a menos que se las administraran deliberadamente. Esto difiere de la experiencia humana. Incluso si la madre de un niño no comiera fibra, ese niño podría jugar con otros niños en la guardería y adquirir estas bacterias.
"Esa es una de las razones por las que nuestros hallazgos podrían no aplicarse a los humanos, pero no lo sabemos", han reconocido los investigadores, quienes ahora buscan comprender el mecanismo detrás de por qué algunos ratones son tan propensos a aumentar de peso cuando se exponen a dietas obesogénicas y luego desarrollar enfoques simples para evitar la transmisión de un microbioma no saludable.