MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ictus es la segunda causa de muerte en España, la primera en mujeres, y cada año afecta a más de 100.000 personas en nuestro país, de ellas, la mitad queda con secuelas discapacitantes o muere. Cifras que, según Medtronic, irán en aumento en los próximos años puesto que, en las dos últimas décadas, el número de casos entre la población de 20 a 64 años ha aumentado un 25 por ciento.
El ictus es una alteración brusca de la circulación de la sangre que llega al cerebro, puede ser por un coágulo que obstruye el paso de la sangre hacia una parte del cerebro (ictus isquémico) o bien por una hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral (ictus hemorrágico). Una enfermedad que una de cada seis personas sufrirá a lo largo de su vida.
Esta es la primera causa de discapacidad en los adultos, más de 330.000 españoles tiene alguna limitación en su capacidad funcional por haberlo sufrido, y supone el 70 por ciento de los ingresos neurológicos.
En esta línea, numerosos pacientes sufren espasticidad incapacitante tras sufrir un ictus, esto es un desequilibrio de las señales emitidas por el sistema nervioso central que llega hasta los músculos provocando rigidez y tensión en los mismos. Por ello, el movimiento de algunas articulaciones es incontrolable y se producen espasmos musculares dolorosos.
USO DE LA TECNOLOGÍA PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS PACIENTES
Varios estudios han demostrado que la trombectomía mecánica permite reducir la discapacidad, mejorar los resultados neurológicos y aumentar las posibilidades de que el paciente recupere su independencia funcional a los tres meses de la intervención. Esto supone que muchos de los enfermos tratados pueden volver a su vida cotidiana sin ninguna secuela.
Su procedimiento es rápido y sencillo, el catéter viaja por las arterias centrales del cerebro y al chocar con el trombo sanguíneo despliega un stent para capturarlo y extraerlo. De esta forma se duplica la recuperación de las funciones fisiológicas y cognitivas del paciente de ictus.
La tecnología también permite realizar un diagnóstico cardiaco para determinar si el origen de un ictus criptogénico se debe a una fibrilación auricular, la arritmia cardiaca más frecuente entre la población. Los sistemas de monitorización cardiaca suministran información continua y automática sobre la actividad cardiaca del portador, lo que permite actuar en la prevención de un posible segundo ictus del paciente.
De la misma forma, para ayudar a controlar los síntomas de la epasticidad, existe la terapia intratecal de baclofeno, entre otras, que consiste en la administración de una formulación de medicamento directamente en el líquido que rodea la médula espinal. Mediante esto el paciente logrará una mayor autonomía, una mejora notable de la funcionalidad y no tendrá un impacto negativo en las extremidades no afectadas.
CLAVES DE ACTUACIÓN Y PREVENCIÓN DEL ICTUS
Detectar los síntomas a tiempo es crucial porque las tres primeras horas son claves para la recuperación del paciente. "Hay que prestar atención a la cara de la persona que creamos que pueda estar sufriéndolo y hacerla que sonría", explican desde Medtronic, de esta forma se comprobará si la boca se tuerce o si tiene un lado inmóvil.
De la misma forma, hay que confirmar que puede levantar los brazos y las piernas y hacerle preguntas concretas para ver si es capaz de articular palabras correctamente, ya que esto junto con la pérdida brusca de visión y el dolor intenso de cabeza, son los principales síntomas del ictus.
Además, según la compañía de tecnología, el 80 por ciento de los ictus se pueden evitar con unos buenos hábitos, dieta sana, no fumar, hacer ejercicio y controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.