MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El consumo de tabaco lleva décadas aumentando entre las mujeres españolas, lo que ha ido ligado al crecimiento de casos de cáncer de pulmón. Para invertir esto, la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM) se ha marcado como objetivo reducir el tabaquismo entre las mujeres a través de la promoción de buenos hábitos, como el ejercicio y la alimentación sana.
"Introducir el ejercicio y la alimentación sana en nuestro día a día nos puede hacer entrar en una dinámica saludable en la que
el tabaco no tiene lugar. Entre los hábitos saludables que ayudan a evitar y dejar el tabaco está, por ejemplo, el consumo de agua. El acto de llevarse la botella o el vaso a la boca puede
sustituir el impulso de hacer eso mismo con el cigarrillo", ha resaltado la sociedad científica.
Esta acción servirá, además de estar hidratados, para que el cuerpo haga su función depurativa, que será la que lleve a expulsar la nicotina y otras sustancias nocivas que el tabaco introduce en el organismo. Por otra parte, ensalzan la importancia del ejercicio, puesto que puede reducir la ansiedad que se produce al dejar de fumar.
"Está comprobado que la práctica de actividad física genera una serie de reacciones químicas en nuestro cerebro, que ayudan a reducir el estrés y aumentan la sensación de bienestar. El ejercicio permite, además, que las personas puedan ir comprobando cómo su cuerpo cada vez responde mejor al esfuerzo", han apuntado desde ICAPEM.
A esta serie de pautas, también se una la alimentación sana. "No es raro que la gente engorde al dejar el tabaco. Eso es debido a que el cuerpo, para afrontar la ansiedad, recurre a comida poco saludable. Pero si canalizamos esa ansiedad a través del ejercicio y con una alimentación consciente que nos haga sentir bien, ese aumento de peso, producido de forma insana, no tiene por qué suceder", han añadido.