MADRID, 20 Mar. (EDIZIONES) -
En el momento de iniciar la lactancia materna, y durante la misma, surgen numerosas dudas sobre cómo se deben cuidar los pechos de la madre y los hábitos que ésta siga. ¿Puedo comer esto? ¿Qué productos me puedo echar para las grietas y que el bebé pueda chupar?¿Me puedo echar esta crema? ¿Me tengo que lavar antes de dar el pecho?
Generalmente, responden a cuestiones de hábitos y de higiene. Una de los principales, y en la que pocas madres reparan, es en el uso del desodorante. ¿Son realmente compatibles la lactancia materna y este producto?
Precisamente, no hace mucho tiempo ha modificado sus recomendaciones a este respecto la plataforma 'E-Lactancia', el portal de referencia sobre lactancia materna, que aclara la compatibilidad de la lactancia materna con más de 26.500 términos, desde la toma de fármacos hasta la práctica de determinados deportes.
Esta plataforma, que es elaborada gracias a la investigación científica de pediatras españoles de la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna (APILAM), ha incrementado el riesgo del uso de desodorante desde el 'riesgo nulo' para la lactancia, hasta el 'riesgo bajo', pero bastante seguro para la lactancia materna, gracias a las nuevas evidencias científicas.
Según explican, los productos cosméticos para mitigar el olor del sudor, como es el caso del desodorante, o de aquellos para impedir la transpiración, los conocidos como 'antitranspirantes', pueden contener alcohol, sales de aluminio, de sodio o de magnesio (talco), bactericidas como el triclosán, perfumes y fragancias como varios almizcles sintéticos, ftalatos (BBP, DBP, DEHP, DEP), bisfenol A (BPA), parabenos, glicerina, alantoína, ceras, dimeticona y otros emolientes, emulsificantes y excipientes.
"Además de acabar contaminando el medio ambiente, varios de estos compuestos son disruptores endocrinos, algunos con capacidad estrogénica y hay mucha controversia sobre su poder carcinogénico", advierten.
Según remarca la plataforma, posiblemente la absorción transcutánea es muy limitada, pero se ha encontrado triclosán, parabenos y almizcle sintético en leche materna, en relación con el uso de desodorantes.
Con ello, destaca que autoridades sanitarias y diversos autores, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), así como el Instituto Nacional del Cáncer norteamericano (NCI), consideran que no están probados los efectos perjudiciales de los desodorantes para la salud, ni mucho menos una relación con el cáncer, además de que se requiere más investigación para aclarar si los compuestos de los desodorantes pueden acumularse en el tejido mamario y conocer entonces cuál es su implicación patológica. Algunos autores opinan que se debería limitar el contenido de aluminio en los desodorantes.
Según precisa el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP), aunque no hay publicaciones que lo prueben, expertos creen que los perfumes del desodorante podrían alterar la capacidad olfativa de reconocimiento en el recién nacido y el lactante para el agarre del pecho.
Por ello, desde 'E-Lactancia' recomiendan, y hasta disponer de más información, limitar a un uso moderado el desodorante durante la lactancia, evitando los que contengan bisfenol, parabenos y fragancia, o perfume excesivo, y no aplicar en la proximidad del pecho ni sobre el mismo para evitar que sean ingeridos por el lactante.
"Quitando los metales pesados, en principio el peligro para el bebé lactante no es más que el que hay para la madre. Por ello, si la madre emplea con asiduidad el desodorante, lo mejor es comprobar que cuantos menos componentes químicos tengan, mejor", subraya en este sentido y en una entrevista con Infosalus la doctora en Psicología y directora del curso 'on line' sobre lactancia materna de la UNED, Ana Lisbona.