MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por investigadores de Sanford Burnham Prebys, en Estados Unidos, ha descubierto que, en mujeres jóvenes, ciertas mutaciones genéticas están asociadas con el cáncer de mama resistente al tratamiento, pero no en mujeres mayores. Los hallazgos, publicados en la revista 'Science Advances', podrían ayudar a mejorar la medicina de precisión y sugerir una nueva forma de clasificar el cáncer de mama.
"Está bien establecido que, a medida que envejecemos, tenemos más probabilidades de desarrollar cáncer. Pero estamos descubriendo que esto puede no ser cierto para todos los cánceres, dependiendo de la composición genética de una persona --explica el autor principal Svasti Haricharan, profesor asistente en Sanford Burnham Prebys--. Puede haber mecanismos completamente distintos que impulsen el cáncer en personas jóvenes y mayores, lo que exige ajustar nuestra visión del envejecimiento y el cáncer".
La investigación se centró principalmente en el cáncer de mama ER+/HER2-, que es una de las formas más comunes de la enfermedad. Suele tratarse con terapias hormonales, pero en algunas pacientes estos tratamientos no funcionan. Alrededor del 20% de los tumores se resisten al tratamiento desde el principio, y hasta el 40% desarrollan resistencia con el tiempo.
"Comprender cómo se desarrollan ciertas formas de cáncer de mama de una manera que hace que acaben resistiendo a la terapia puede ayudarnos a clasificar mejor la enfermedad. También puede ayudar a los médicos a ajustar los planes de tratamiento para las pacientes que probablemente experimentarán resistencia a los tratamientos estándar --afirma Haricharan--. Para científicos como yo, puede ayudar a orientar la investigación para desarrollar nuevas terapias que superen estos obstáculos".
El estudio incluyó un amplio análisis de una gran base de datos de pacientes con cáncer de mama. Reveló que en pacientes con cáncer de mama ER+/HER2-, ciertas mutaciones genéticas tenían una fuerte correlación con la respuesta al tratamiento, y los efectos dependían de la edad. Algunas mutaciones genéticas sólo estaban relacionadas con el cáncer de mama resistente al tratamiento en mujeres jóvenes.
"Fue un hallazgo extraño, tanto que al principio casi no nos lo creímos --reconoce Haricharan--, pero los mismos patrones surgieron una y otra vez en una base de datos tras otra".
Las mutaciones que identificaron los investigadores estaban en genes implicados en la replicación celular, el proceso por el que las células crecen y se dividen. Estos genes se encargan de reparar los errores cuando se producen, un proceso que se estropea en prácticamente todos los cánceres.
"La desregulación del ciclo celular se produce tan pronto en el desarrollo del cáncer que no solemos tener en cuenta si las mutaciones individuales que causan la desregulación del ciclo celular pueden afectar a la respuesta final del cáncer al tratamiento o a su capacidad de propagación", señala Haricharan.
Al relacionar el tipo específico de desregulación del ciclo celular que desencadena el cáncer con el desenlace de la enfermedad muchos años después del diagnóstico, el equipo de investigación propone un paradigma totalmente nuevo para pensar y estudiar todos los tipos de cáncer.
"Se trata de un cambio radical en nuestra forma de ver el cáncer, que podría tener implicaciones mucho más allá del cáncer de mama", añade Haricharan.
Para empezar a probar esta idea, los investigadores analizaron el efecto de las mutaciones del ciclo celular en los resultados de pacientes con otros tipos de cáncer. En un giro final, observaron que en muchos tipos de cáncer, el modo de desregulación del ciclo celular es significativo para el cáncer en mujeres, pero no tanto para el cáncer en hombres. Esto sugiere que la influencia de la desregulación del ciclo celular podría depender tanto del sexo como de la edad.
"Estos resultados ponen de relieve la importancia de estudiar el cáncer en el contexto de la historia vital del paciente --prosigue--. Con demasiada frecuencia, la investigación del cáncer se centra estrechamente en las células de una placa de Petri, olvidando todo el complejo sistema huésped en el que estas células se transforman y crecen".