MADRID, 2 Ago. (Reuters/EP) -
Basta con que las mujeres que acaban de dejar de fumar realicen un poco de ejercicio a la semana para no engordar, según han demostrado investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana en Bloomington (Estados Unidos) en un estudio publicado en la revista 'Bloomington'.
De hecho, los expertos han observado que incluso caminando 90 minutos semanales a una velocidad de unos 4 kilómetros por hora es suficiente para minimizar el aumento de peso que se suele producir cuando se deja de fumar. Ahora bien, los mejores resultados, según el trabajo, se obtienen cuando se realizan 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
"Además, y sorprendentemente, hemos comprobado que las mujeres que realizaban poca actividad física cuando fumaban y que se pusieron a hacer ejercicio al abandonar este hábito tenían los mismos beneficios, en cuanto al peso se refiere, que aquellas que llevaban realizando algún tipo de actividad física antes y después de dejar de fumar", han explicado los expertos.
A esta conclusión han llegado tras analizar durante tres años la actividad física (tipo de ejercicio, intensidad, duración y frecuencia) que realizaban semanalmente 4.717 mujeres fumadoras de 50 a 70 años. De hecho, y más concretamente, los expertos observaron que las mujeres que realizan 150 minutos semanas de actividad ganaron 2,55 kilogramos al dejar de fumar, cantidad que aumentó hasta los 3,88 kilogramos entre las que no hicieron menos o ningún tipo de ejercicio.
Finalmente, los investigadores han informado de que el aumento de la actividad física tuvo especialmente beneficios para las mujeres que eran obesas, en comparación con las mujeres de peso normal, así como para las más jóvenes.