MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La protección única que la leche materna concede a los bebés nace de la interacción de sus componentes entre ellos y con el recién nacido, así lo han expuesto los investigadores y médicos ponentes en el XIV Simposio Internacional de Lactancia Materna organizado por Medela en Londres.
La moléculas que componen la leche matera, señalan los investigadores, no trabajan de forma individual, sino en conjunto para crear relaciones simbióticas que respondan a las necesidades de cada niño. Este sistema de interacciones es el responsable de la capacidad de la leche materna de reforzar el sistema inmune del bebé y frenar infecciones.
En las relaciones simbióticas entre los diferentes componentes de la leche materna, también hay que tener e cuenta la interacción entre la madre y el recién nacido, es decir, cómo actúan los componentes de la leche materna en el organismo del bebé. Ante un escenario tan cambiante donde cada lactancia es única, los expertos reclaman una mayor investigación para definir estas complejas interacciones, así como establecer qué factores ambientales pueden afectar al correcto desarrollo del sistema de defensa de los bebés.
Una de las ramas de investigación vigentes con más fuerza dentro del sistema inmune de los bebés es la que trata de identificar el papel de la leche materna en la protección de las alergias. El profesor asociado de la Universidad Estatal de Medicina de Moscú Sechenov (Rusia), Daniel Munbit, insistió durante el simposio en la importancia de ampliar la investigación en este campo, estudiando la interrelación entre los diferentes componentes de la leche materna implicados.
Con estos nuevos datos sobre la mesa, los investigadores han hecho hincapié en que un bebé que no tome leche materna estará más expuesto a infecciones y enfermedades, tanto de niño como en la edad adulta. Esto supondrá, señalan, un aumento de los costes sanitarios que tienen que asumir los Sistemas Nacionales de Salud.
Sobre esto, el doctor Subhash Pokhrel de la Universidad Brunel de Londres, afirma que, "se sabe con certeza que, en los países desarrollados, 8 de cada 10 mujeres inician la lactancia tras el parto, el problema es que la abandona entre 1 y 6 semanas después. Prolongar la lactancia permitiría al sistema sanitario dedicar un mayor presupuesto a la resolución de otros problemas emergentes. Basta con apoyar a las madres desde el momento del parto y ayudarlas a comprender las ventajas de dar el pecho para ellas y para sus hijos".
A lo largo del simposio, también ha cobrado importancia la investigación en torno a la salud más frágil de los bebés prematuros y el papel de la leche materna en el completo desarrollo de su organismo. La doctora Janet Berrington, de la Universidad Brunel de Londres, ha remarcado en este contexto la importancia que tiene la nutrición de los bebés prematuros al impactar directamente sobre el riesgo de infecciones o el posible desarrollo de enfermedades crónicas.