MADRID 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Factores como la edad, el sexo femenino, la fractura de cadera en progenitores o el haber presentado una fractura por fragilidad previa conforman algunos de los riesgos de sufrir osteoporosis, según ha explicado la coordinadora del Grupo de Trabajo de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (GTOMM) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la doctora Rosa Arboiro.
Tal y como ha destacado la experta, en el marco de la XVII Reunión de Osteoporosis y Metabolismo Mineral de la SEMI, existen también otros factores como "el tabaquismo, el consumo de alcohol, la falta de actividad física, el bajo peso, las enfermedades endocrinológicas e inflamatorias intestinales y los tratamientos como los glucocorticoides".
Se trata de una patología crónica y progresiva que acarrea la pérdida de la masa y la resistencia óseas y que tiene, en España, una tasa de prevalencia en la población general del 22,5 por ciento en las mujeres y del 6,8 por ciento en los hombres mayores de 50 años, con más de 285.000 nuevas fracturas cada año.
PREVALENCIA EN PACIENTES CON EPOC
En relación a la complejidad de su tratamiento, la doctora Arboiro ha subrayado que "en las personas de cierta edad, coexisten enfermedades muy frecuentes como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la insuficiencia renal o la EPOC".
Precisamente, en la jornada de este año se ha hecho especial hincapié en la osteoporosis del paciente diabético y con EPOC. En este sentido, se estima que el 80 por ciento de los pacientes osteoporóticos presentan, al menos, una comorbilidad crónica de base.
Algunos estudios han descrito, según destaca la coordinadora del GTOMM, una "prevalencia de osteoporosis entre el 24 por ciento y el 44 por ciento en la población con EPOC en varios países de todo el mundo".
A pesar de que la etiología de la pérdida de masa ósea en la EPOC se desconozca, desde la SEMI han apuntado a que probablemente ésta sea multifactorial, incluyendo el sexo femenino, el tratamiento con corticosteroides orales o inhalados, el hipogonadismo, el tabaquismo, la falta de acondicionamiento físico, la deficiencia de vitamina D y la inflamación crónica.
FRACTURA DE CADERA, UNA DE LAS MÁS FRECUENTES
Según ha destacado la doctora Arbeiro, la consecuencia directa de la osteoporosis "es el aumento del riesgo de fracturas y el incremento de la incidencia de las fracturas por fragilidad". Las fracturas de cadera, vértebra y antebrazo son las más frecuentes y suponen en su conjunto la mita de todas las fracturas.
"Una de las formas en las que afecta a la mujer después de la menopausia es la conocida como postmenopáusica", ha subrayadi la experta, quien ha añadido que "en el varón suele ser idiopática o secundaria a un amplio número de enfermedades", como determinadas endocrinopatías, el alcoholismo, enfermedades reumáticas, muchas neoplasias o su tratamiento, producidas por fármacos, o secundarias a enfermedades como los accidentes cerebrovasculares o las paraplejias o tetraplejias.
Durante la reunión también se ha analizado el uso de técnicas de imagen no invasivas para medir la calidad y cantidad ósea y en investigación clínica, como la utilidad de Trabecular Bone Score y 3D-DXA.
Ambas técnicas se basan en la aplicación de un programa informático específico en cada caso a los archivos de la densitometría ósea, proporcionando información sobre la calidad y la microestructura ósea.
PRINCIPALES COMPLICACIONES Y PRONÓSTICO
En España, del total de fracturas que se producen, según los últimos datos disponibles, el 22 por ciento son fracturas de cadera. Según la SEMI, tras una fractura por fragilidad en pacientes con osteoporosis, la mortalidad es de casi el 15 por ciento al año. Si se añaden otras consecuencias a raíz de la fractura, como tromboembolismos, esta mortalidad asciende casi al 20 por ciento al año.
En el caso de la fractura de cadera, a pesar de los avances para conseguir una cirugía precoz y unos cuidados postoperatorios óptimos, la mortalidad en el primer año tras la fractura de cadera sigue siendo de un 20 por ciento. En concreto, en España, la tasa es de 176,8 fracturas de cadera por 100.000 habitantes.
Alrededor del 70 por ciento de las fracturas de este tipo ocurren en mujeres y más del 40 por ciento en personas de 85 o más años. La repercusión funcional también es importante, pues un año después de la fractura de cadera el 40 por ciento de los pacientes siguen sin poder caminar por sí mismos, y el 80 por ciento tiene limitaciones funcionales que interfieren con las actividades básicas de su vida diaria (ABVD).
NUEVO TRATAMIENTO OSTEOFORMADOR
En relación al tratamiento sobre osteoporosis, se ha disertado sobre un nuevo tratamiento osteoformador: la abaloparatida. Se trata de un "tratamiento disponible en EE.UU. y otros países desde hace unos años", según ha explicado la experta, y que llegará a España próximamente.
Durante la reunión, también se han expuesto "las diferencias en el mecanismo de acción frente a otros agentes anabólicos", hasta el momento disponibles, "sus características en cuanto a aspectos de seguridad y de eficacia en disminuir la aparición de fracturas osteoporóticas", ha apostillado la secretaria del GT de Osteoporosis y Metabolismo Mineral (GTOMM) de la SEMI, la doctora María Jesús Moro.
A partir de estos datos, se ha analizado el perfil de las pacientes que se proponen como susceptibles a tratamiento, "especialmente las mujeres postmenopáusicas con muy alto riesgo de fractura especialmente vertebral, pero posiblemente dado su efecto sobre hueso cortical, también en pacientes con fractura de cadera", tal y como ha indicado la experta.
MEDICINA TRASLACIONAL Y OSTEOPOROSIS
En otra de las mesas, también se ha hablado de medicina traslacional y osteoporosis. En esta línea, se han abordado "aspectos básicos de la biología del hueso para entender mejor los mecanismos de ciertos tratamientos que mejoran la masa ósea".
Así, desde "el descubrimiento del receptor de PTH/PTHrP se ha avanzado mucho en el conocimiento, hasta el punto de que hoy en día disponemos de dos fármacos capaces de inducir su activación y producir efectos osteoanabólicos relevantes para la vida de los pacientes que padecen osteoporosis", ha añadido la doctora Moro.
De esta manera, se ha abordado "cómo la carga mecánica y los fármacos, como la Teriparatida y la Abaloparatida, actúan conjuntamente a través de la activación del receptor de la PTH/PTHrP en el cilio primario de los osteocitos, para inhibir la resorción ósea y mejorar la densidad mineral del hueso", ha concluido la secretaria del GTOMM de la SEMI.