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MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid sugiere que las mujeres que sufren trastornos de la conducta alimentaria (TCA) también presentan "importantes dificultades" para interpretar correctamente lo que otras personas piensan o sienten, lo que tiene un impacto "significativo" en sus interacciones sociales, sumándose a las "grandes dificultades" que ya tienen en su esfera interpersonal.
El estudio, publicado en la revista 'Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry', muestra que las mujeres con TCA tienden a "sobre interpretar" los estados mentales de los demás, lo que puede provocar malentendidos y un incremento del malestar emocional.
Este fenómeno, que puede contribuir a una mayor dificultad de establecer y mantener relaciones personales saludables, ha sido tradicionalmente asociado con trastornos como el autismo o la esquizofrenia, pero hasta ahora se había prestado menos atención a su papel en los TCA.
Los resultados también apuntan a que existen diferencias en la capacidad de interpretar los estados mentales ajenos según el perfil del trastorno, y es que las mujeres con un perfil restrictivo, como la anorexia nerviosa, han mostrado menos dificultades en este sentido que aquellas con un perfil purgativo, como la bulimia nerviosa, quienes han tenido mayores dificultades para comprender lo que piensan o sienten los demás.
La investigación también destaca que factores como la desnutrición y la cronicidad del trastorno están directamente asociados con un empeoramiento de las dificultades para interpretar la mente del otro, lo que sugiere que estos aspectos pueden agravar los problemas sociales propios de los TCA.
La directora del estudio, Marina Díaz Marsá, ha explicado que estos hallazgos abren nuevas líneas de intervención terapéutica y que aumenta la comprensión de los trastornos de la conducta alimentaria, poniendo de manifiesto la importancia de abordar las dificultades sociales como parte integral del tratamiento, lo que podría representar un avance "crucial" en la atención a estas pacientes.
"La mejora de las habilidades sociales y de la comprensión de los estados mentales ajenos podría ser clave para la recuperación de las personas con TCA. Es fundamental integrar este enfoque en los tratamientos, ya que los problemas sociales van mucho más allá de la preocupación por la comida, el peso o la imagen corporal", ha añadido Díaz.
El trabajo ha sido realizado en colaboración con el Hospital General Universitario de Ciudad Real y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, y ha incluido a más de un centenar de mujeres, comparando los resultados de pacientes con TCA con los de mujeres sin patologías psiquiátricas.
Todas ellas han sido sometidas a pruebas específicas diseñadas para evaluar tanto la capacidad de identificar estados mentales a partir de expresiones faciales y otros detalles sutiles, como la habilidad para interpretar situaciones sociales complejas.