VALNCIA 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El grupo de investigación Atenea de la Fundación Fisabio, organismo dependiente de la Conselleria de Sanidad, ha iniciado un proyecto en el que analizará si existe sesgo de género asociado a la sobreutilización y si las mujeres son sometidas con mayor frecuencia a tratamientos de salud innecesarios --sobrediagnóstico y sobretratamiento-- en atención primaria. El proyecto está liderado por los investigadores José Joaquín Mira y Concha Carratalá.
"La sobreutilización es la prestación de servicios sanitarios en circunstancias en las que el riesgo potencial de causar daño al paciente supera sus posibles beneficios", ha explicado José Joaquín Mira, responsable del grupo Atenea e investigador principal del proyecto. Se trata de un problema que se da en todos los países y en todos los modelos de organización sanitaria.
Todo ello se traduce en "sobrederivación" a otras unidades de atención médica, "sobrediagnóstico" y "sobretratamiento" que puede ocasionar daño al paciente, lo que se conoce como evento adverso. Entre 2017 y 2021 el grupo de investigación dirigió el proyecto Sobrina, que analizó a nivel nacional el impacto de la sobreutilización en atención primaria en España.
Para realizar ese estudio el equipo se centró en las recomendaciones del Ministerio de Sanidad denominadas 'No hacer'. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, no utilizar la terapia hormonal (estrógenos) con el objetivo de prevenir enfermedad cardiovascular o deterioro de las funciones cognitivas o evitar la preinscripción de inicio de 1000 mg de paracetamol.
El estudio concluyó que el 73 por ciento de los 2.557 pacientes atendidos en consultas de atención primaria (muestra seleccionada de un cribado de 28 millones de historias clínicas) recibieron al menos uno de los diez tratamientos innecesarios estudiados.
Además, "también encontramos que un 5% de los pacientes sufrieron un evento adverso como consecuencia del tratamiento innecesario. Esto supone en España un total de 290 millones de euros gastados innecesariamente y que no se destinan a otros pacientes que pudieran necesitar un tratamiento adecuado a su dolencia", señala el investigador, que es catedrático de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
El equipo de investigación encontró, además, que la frecuencia con la que se ignoraban las recomendaciones era mayor cuando se trataba de una paciente mujer que cuando era hombre, con una diferencia de ocho puntos porcentuales.
Los resultados pusieron de manifiesto que las mujeres sufrieron un "mayor número de eventos adversos" que los hombres cuando se ignoraban estas recomendaciones. A raíz de esto, surge el nuevo proyecto, que indaga en las razones por las que ocurren estas diferencias y que analiza si existe un sesgo de género asociado a la sobreutilización.
AJUSTE DE PROTOCOLOES
"De ser así, los protocolos y las recomendaciones deberían ajustarse para evitar esta situación, para proteger a las mujeres de las desventajas que hemos ido identificando de estos tratamientos, incluida la posibilidad de sufrir daño evitable en el curso de tratamiento", explica la profesora de la UMH Concha Carratalá.
El proyecto Prometeo/2021/061 ha recibido la subvención del programa Prometeo para grupos de investigación de excelencia de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital.
En total la ayuda para esta investigación asciende a 435.414,16 euros.
Concha Carratalá explica que, con esta subvención, "el equipo podrá aportar información contrastada sobre si existe sesgo de género en la sobreutilización de tratamientos, un análisis de las previsibles causas de dicho sesgo, elaborar una lista de recomendaciones para corregirlo y para incorporar la perspectiva de género de forma sistemática en futuros estudios sobre sobreutilización".
"Nuestro grupo de investigación Atenea está comprometido con la reducción de la sobreutilización para incrementar la seguridad de pacientes y los resultados previos nos invitan a continuar con esta línea de investigación para abordar un problema que no ha recibido hasta ahora atención y que supone una fuente de desigualdad en detrimento de las mujeres", concluye Mira.