El estrés de las embarazadas en el primer trimestre impide que el bebé libere una hormona clave para su salud

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Publicado: miércoles, 6 marzo 2019 11:36

GRANADA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado por primera vez que los niveles de cortisol (una hormona que se libera como respuesta al estrés) en la madre durante el primer trimestre del embarazo impide la liberación normal de la misma hormona en el recién nacido, lo cual podría ser perjudicial para su salud.

Una de las funciones del cortisol del recién nacido se encuentra en la maduración pulmonar, siendo necesaria una administración de corticoides a la madre cuando se detectan este tipo de problemas.

Por ello, encontrar menores niveles de cortisol en los recién nacidos aumenta la probabilidad de que necesiten la administración de glucorticoides para impedir problemas en el desarrollo de sus pulmones.

Este trabajo, desarrollado por científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento y de la Facultad de Psicología de la UGR, concluye que los niveles de cortisol de la madre durante el primer trimestre del embarazo son capaces de predecir unos niveles de cortisol más bajos en los recién nacidos.

De esta manera, es posible que a través de la transferencia de cortisol de la madre al feto durante el embarazo, en las primeras etapas de este, el feto pueda verse incapaz de producir por él mismo su cortisol, ya que posee los excedentes de la madre.

Así pues, el bebé cuya madre ha estado estresada durante el embarazo tendría niveles de cortisol más bajos al nacer, ya que su organismo se encuentra alterado y le impide generarlos por sí mismo.

Además, el estrés psicológico percibido de la madre en el tercer trimestre, es decir, lo estresada que la madre percibe que está, contribuye a esta disminución en los niveles de cortisol del recién nacido.

En este estudio se ha realizado un seguimiento de 80 mujeres embarazadas durante toda la gestación, con múltiples medidas psicológicas y de cortisol en pelo, para comprobar cómo repercuten los niveles de estrés, tanto psicológico como fisiológicos en los niveles de cortisol en pelo de los recién nacidos. Se trata del primer estudio que se realiza en todo el mundo para comprobar esta relación, únicamente vista previamente en monos.