MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación revela que las mujeres obesas con síndrome de ovario poliquístico (SOP) pueden mejorar su pronóstico de salud con una forma particularmente agradable de terapia: sesiones regulares en una bañera de hidromasaje.
La investigación encontró que sumergirse en una bañera de hidromasaje varias veces por semana durante dos meses da como resultado mejores medidas de salud cardiovascular, cambios beneficiosos en el tejido graso y otras mejoras que sugieren un riesgo reducido de diabetes u otros trastornos metabólicos.
SOP, que afecta a una de cada 10 mujeres en edad fértil, es un trastorno endocrino complejo a menudo marcado por ciclos menstruales anormales, niveles altos de testosterona y formación de quistes en los ovarios. Se relaciona con la infertilidad junto con un mayor riesgo de obesidad y diabetes, resultados que se consideran relacionados con la inflamación y la disfunción del tejido adiposo.
"Nuestros hallazgos son emocionantes porque la exposición repetida al calor parece revertir parte de la inflamación en la grasa que puede estar causando deterioro de la salud metabólica en esta población --explica la líder del estudio, Brett Romano Ely, candidata doctoral en el Departamento de Fisiología Humana de la Universidad de Oregón, Estados Unidos.--. Junto con esta reducción de la inflamación, observamos mejoras en los resultados funcionales relacionados con la resistencia a la insulina. Esto significa que el uso regular de la bañera de hidromasaje podría usarse como terapia en poblaciones con un riesgo elevado de desarrollar enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2".
La investigación, que se presentará en la reunión Anual de la Sociedad Americana de Fisiología durante el evento de Biología Experimental de 2018, se suma a un creciente cuerpo de evidencia de los beneficios para la salud de la terapia de calor. Según los autores, es el primer estudio en examinar los impactos en mujeres con SOP y el primero en observar los cambios en el tejido graso antes y después de la terapia de calor.
En este trabajo, seis mujeres obesas con SOP se sometieron a sesiones de una hora en una bañera de hidromasaje de tres a cuatro veces por semana durante aproximadamente dos meses. Los investigadores analizaron muestras de tejido graso tomadas al principio y al final del estudio y también probaron la sensibilidad a la insulina en cuatro de las mujeres.
MITIGACIÓN DE PROCESOS FISIOLÓGICOS DEL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO
Al final de dos meses, las mujeres mostraron reducciones en la glucosa en ayunas durante una prueba oral de tolerancia a la glucosa (que indica un riesgo reducido de desarrollar diabetes), presión arterial y ritmo cardiaco más bajos (lo que indica menor riesgo de enfermedad cardiaca) y otras mejoras en las medidas de la salud del corazón y el metabolismo. Sorprendentemente, algunas participantes informaron tener ciclos menstruales regulares durante el estudio, lo que sugiere que el calor podría ayudar a mitigar algunos de los procesos fisiológicos subyacentes implicados en el SOP.
Los investigadores especulan que sentarse en un jacuzzi puede producir algunos de los mismos beneficios que el ejercicio aeróbico porque ambas actividades aumentan la temperatura corporal, lo que desencadena un aumento en el flujo de sangre a la piel como mecanismo de enfriamiento. "Vemos patrones de flujo sanguíneo en sujetos en la bañera de hidromasaje que se parecen a lo que vemos en personas durante el ejercicio aeróbico, por lo que este cambio en el flujo sanguíneo puede tener un beneficio similar al ejercicio sobre la salud de los vasos sanguíneos", dice Ely.
Además, la exposición al calor hace que el cuerpo aumente las proteínas conocidas como proteínas de choque térmico, que participan en la reducción de la inflamación, la reparación de los receptores de insulina dañados y la mejora de la estructura y la función de los vasos sanguíneos. Los científicos descubrieron que los niveles de algunas proteínas de choque térmico se incrementaron en el tejido adiposo después de la terapia de calor, lo que indica que estas proteínas podrían desempeñar un papel en la reducción de la inflamación y mejoras en la sensibilidad a la insulina que se observaron en las mujeres.
Aunque los investigadores observaron algunas mejoras después del primer mes de uso habitual de la bañera de hidromasaje, la mayoría de las mejoras tardaron los dos meses completos en hacerse evidentes.