MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio respaldado por la división Consumer Health de Merck ha evaluado que nuevos marcadores ecográficos en la ecografía del primer trimestre del embarazo pueden detectar la espina bífida abierta el feto en una fase mucho más temprana a la actual.
Este hallazgo, publicado en el 'Journal of Ultrasound' podría ayudar a diagnosticar la espina bífida durante la ecografía del primer trimestre así como a tratar los problemas emocionales y físicos antes de que avance el embarazo.
El estudio prospectivo y multicéntrico IT de Berlín (Alemania) es la primera investigación a gran escala de los beneficios potenciales de las mediciones de parámetros ecográficos de la parte posterior del encéfalo en la ecografía del primer trimestre. Las mediciones ecográficas evalúan parámetros físicos determinados de los fetos.
Para llevarlo a cabo, los investigadores analizaron a más de 15.000 mujeres y 16.000 fetos durante el transcurso del estudio y los resultados demuestran cómo este método de cribado prenatal podría detectar casos de espina bífida abierta ya entre las semanas 11 y 13 del embarazo. Actualmente, el diagnóstico es posible, sobre todo desde la semana 17 a la 23 o más tarde.
"Desafortunadamente, los defectos del tubo neural (NTD por sus siglas en inglés) pueden provocar problemas de salud graves en los niños y su diagnóstico puede tener consecuencias emocionales y físicas importantes para las familias. Nuestros resultados demuestran el potencial que tienen los métodos de cribado no invasivos para detectar espina bífida abierta. Este estudio pionero ofrecerá a las futuras madres información crucial sobre la salud del feto en una etapa más temprana del embarazo", ha comentado el especialista de la Clínica Charité de Berlín y coordinador del estudio, Wolfgang Henrich.
Los NTD son uno de los defectos congénitos más comunes en todo el mundo. Se producen aproximadamente en 8-9 de cada 10.000 embarazos y pueden provocar una amplia variedad de problemas neurológicos de menor o mayor importancia. En el estudio, el cien por cien de los casos de espina bífida diagnosticados se detectaron en el primer trimestre del embarazo.
"El diagnóstico de un defecto del tubo neural tiene una gran repercusión en las mujeres embarazadas. Los resultados de esta investigación constituyen un logro potencialmente positivo para un diagnóstico más temprano, que a su vez podría favorecer el bienestar emocional y físico de la mujer. Nos complace financiar el trabajo de la Clínica Charité y esperamos que con él se logre una mayor concienciación en la prevención de los NTD siempre que sea posible, además de poder ofrecer un diagnóstico mejor y más rápido en estos casos", ha aseverado el director médico de la división Consumer Health de Merck, Hans Griek.