MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres embarazadas deben estar en buena forma física para afrontar el esfuerzo muscular que se realiza en el momento del parto ya que, como ha reconocido la matrona Natalia Costas, del Hospital QuirónSalud Sur en Alcorcón (Madrid), es similar al que conlleva correr una maratón.
"Por eso nos encontramos en muchas ocasiones con mujeres al límite de su resistencia física durante el parto", ha destacado en el marco de unas charlas dentro del programa de orientación para un mejor seguimiento del embarazo de su centro, donde ha recordado que cuando una mujer está embarazada es fundamental realizar una progresión adecuada del ejercicio, adaptándolo al momento de gestación o recuperación durante el postparto.
Sobre todo porque tener una buena forma física favorece la salida del bebé y acorta el tiempo de parto, tanto en dilatación como en expulsivo, el bebé nace en mejor estado de salud y equilibrio psíquico y se da una menor percepción de esfuerzo durante el parto, tanto para la madre como para el bebé.
También disminuye estadísticamente los partos prematuros y postérmino, y la madre gana menos peso graso y se recupera mejor tras el embarazo y el parto.
Del mismo modo, existen otra serie de beneficios asociados tales como que se produce una menor diastasis abdominal, reduce el malestar relacionado con el embarazo (como los dolores de espalda), incrementa la autoestima y reduce la depresión postparto, el estrés y la ansiedad, incrementa los niveles de energía, reduce la diabetes gestacional y la hipertensión arterial y aumenta la capacidad cardiovascular y aeróbica de la madre, así como la tolerancia muscular al esfuerzo.
Respecto al tipo de ejercicio a realizar, es importante mezclar ejercicio cardiovascular con ejercicios de fuerza y flexibilidad, ya que se ha demostrado que reducen sensiblemente los riesgos del parto. Además, recomienda planificar esta preparación, empezando con un ejercicio cardiovascular de 20 minutos e ir aumentando gradualmente hasta 45 o 60 minutos por día, comenzando por dos días a la semana y terminando en cinco.
"Entre hacer y no hacer ejercicio, siempre hacer; una mujer embarazada no entrenada debe entrenar y una mujer embarazada entrenada no debe dejar de hacerlo", ha sentenciado Cortés.