MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La episiotomía solo es necesaria cuando exista la sospecha de un desgarro durante el parto y no de forma sistemática como se viene realizando, ha alertado el doctor del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José, Carlos Piñel Pérez.
Según este especialista, la episiotomía solo es necesaria en los casos en los que se sospeche que pueda haber un desgarro que afecte al ano o a su esfínter.
"Está demostrado que la práctica de una episiotomía con respecto a la decisión de no hacerla no mejora los resultados a ningún nivel y empeora la calidad de las relaciones sexuales posteriores, provocando mayor dolor y, a largo plazo, defectos en el suelo pélvico", ha explicado Piñel.
El especialista ha indicado que tampoco es necesario hacer episiotomía en los partos instrumentales con ventosa o fórceps, ya que con un uso adecuado del instrumento no tienen por qué producirse desgarros mayores a los de un parto vaginal normal.
CUATRO TIPOS DE DESGARROS
El desgarro de I grado afecta a la piel y a la mucosa vaginal, el de II grado, a la musculatura perineal, el de III grado, al esfínter del ano, y el de IV grado, a la mucosa rectal.
"Los desgarros de III y IV grado tienen una incidencia minúscula y una episiotomía es más agresiva que un desgarro de I o II grado con lo que, realmente, la necesidad de esta práctica se reduce a un número muy limitado de partos y cifras mayores a un 5 por ciento no estarían en ningún caso justificadas", ha recalcado el doctor.
Solo cuando el obstetra sospeche que el desgarro que se va a producir es de un III o IV grado, estará indicada la episiotomía. Para evitarla hace falta que el profesional sea experimentado y sepa hacer una adecuada protección manual del periné y que la madre haya hecho una buena preparación preparto.
"El ejercicio durante el embarazo ayuda a tonificar el periné y el masaje perineal es clave para que este consiga una buena elasticidad de cara al parto. Durante este, tanto el masaje perineal como la aplicación de compresas calientes han demostrado también mejorar la elasticidad del periné y disminuir la incidencia de desgarros de III y IV grado y, por tanto, la necesidad de una episiotomía", ha concluido.