MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El láser vaginal de Monalisa Touch, de Deka, es un método "eficaz, seguro y mínimamente invasivo" que puede ayudar a reducir y a prevenir la atrofia vulvovaginal, que sufre una de cada dos mujeres tras la menopausia o en el posparto, según han declarado diferentes expertos durante el encuentro 'Una década cuidando la salud íntima de la mujer', organizado por Deka este viernes en la Asociación de Prensa de Madrid.
La atrofia vulvovaginal es una patología muy común tras la menopausia que puede causar síntomas como la sequedad vaginal produciendo dolor al tener relaciones sexuales o la incontinencia urinaria.
"En la atrofia vulvovaginal se producen un conjunto de síntomas como la sequedad, el ardor o la incontinencia urinaria. Este último es un síntoma muy común, lo tienen una de cada cuatro mujeres en edad reproductiva y en edad posmenopáusica casi que una de cada dos", ha declarado el uroginecólogo y profesor de la Universidad de Barcelona, el doctor Pablo Gonzalez Isaza.
No obstante, a pesar de estas cifras, el experto ha asegurado que "es una condición que todavía causa vergüenza" y que las pacientes "piensan que es algo con lo que hay que vivir". "Menos de un 20 por ciento consultan a un especialista y menos del 30 por ciento tienen un tratamiento efectivo", ha apuntado.
En los últimos diez años, se han realizado diez millones de tratamientos en todo el mundo con este tipo de láser, que, según ha afirmado el doctor Isaza, "es muy efectivo para la incontinencia urinaria leve o inicial, con una mejora muy grande".
Este tratamiento también se puede usar para tratar problemas como la dispaurenia, la hiperlaxitud vaginal, las cicatrices posparto, las distrofias vulvares y la candidiasis recurrente.
Entre las mujeres que padecen atrofia vulvovaginal, el 75 por ciento dice que afecta negativamente a sus vidas, el 63 por ciento conoce que es una condición crónica, el 44 por ciento no consulta a un ginecólogo para encontrar una solución y tan solo el cuatro por ciento admite los síntomas más comunes.
Por su parte, el ginecólogo y director de la clínica BMUM, el doctor Jackie Calleja, ha advertido que la atrofia vulvovaginal "tiene repercusiones en la sexualidad y, por tanto, en la pareja y en la autoestima de la mujer".
Esta patología suele producirse en la edad posmenopáusica, pero también puede deberse al embarazo y al parto vaginal por lo que los expertos han señalado que el láser "también puede usarse para prevenir" y que "la mejor época es el posparto".
En este sentido, este tipo de láser se aplica en pacientes de muy diversas edades. Según el doctor Calleja, "la horquilla va desde la prevención antes de ser madre a los 28 años hasta el tratamiento a los 70 años" porque "es muy versátil a nivel funcional".
Con respecto a las diferencias entre la radiofrecuencia, que también se emplea para tratar esta patología, y el láser Monalisa Touch, el doctor Calleja ha explicado que, "aunque son muy parecidas, no son iguales".
"En el láser a través de la luz este se transforma en calor, los cambios se ven mucho antes y conduce cambios muy agudos. En cambio, la radiofrecuencia es una corriente eléctrica que produce cambios mucho más lentamente, se precisan más sesiones en el tiempo y se ven más tarde los resultados", ha detallado.
El láser Monalisa Touch se aplica en un periodo de tres a cinco sesiones con intervalos de entre cuatro y seis semanas. Al finalizar el tratamiento, es recomendable hacer un mantenimiento de acuerdo a la sintomatología de cada paciente con tratamientos cada seis a doce meses.
LA ATROFIA VULVOVAGINAL EN PACIENTES ONCOLÓGICAS
Entre las causas de la atrofia vulvovaginal también se encuentra haber padecido cáncer de mama ya que este problema se presenta en el 70 por ciento de las pacientes que han superado un cáncer de mama. De hecho, según un estudio presentado en el Annual Meeting of American Society for Radiation Oncology (ASTRO) en octubre de 2020, el 87 por ciento de las pacientes que han tenido cáncer de mama reconoce haber experimentado efectos colaterales en su zona íntima.
"Uno de los perfiles más comunes de paciente con atrofia vulvovaginal es la mujer joven con cáncer de mama ya que es el cáncer más frecuente en la mujer, una de cada ocho mujeres van a estar en riesgo de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de su vida", ha asegurado el doctor Jackie Calleja.
Así, el doctor Pablo González Isaza ha explicado que, en las pacientes con cáncer de mama, "la aparición de síntomas depende del tratamiento que se haga, por ejemplo, si tienen radioterapia los síntomas son más llamativos durante el tratamiento". Según este especialista, estas pacientes "pueden empezar a tratarse con el láser Monalisa Touch entre cuatro y doce semanas después de haber finalizado el tratamiento oncológico".