MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres pertenecientes a la generación Z (es decir, las nacidas de 1995 en adelante) y de la generación 'millenial' (las nacidas entre 1982 y 1994) tienen el doble de probabilidades de desarrollar hipertensión durante el embarazo, en comparación con las personas embarazadas de la generación del 'baby boom' (las nacidas en los 60).
Así lo detalla un nuevo estudio de Northwestern Medicine (Estados Unidos). El hallazgo, publicado en 'JAMA Open Network', es significativo porque se suele pensar que el aumento de las tasas de hipertensión durante el embarazo se debe a que las personas se quedan embarazadas a edades más avanzadas.
Sin embargo, el estudio descubre de nuevo que las tasas de hipertensión durante el embarazo son más elevadas entre los individuos de las generaciones más recientes, independientemente de su edad durante el embarazo.
"Aunque hay muchas razones para los cambios generacionales observados, nuestra hipótesis es que esto se debe, en gran parte, a la disminución generacional observada en la salud del corazón", afirma la autora correspondiente del estudio, la doctora Sadiya Khan, profesora asistente de medicina en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern. "Estamos viendo que más personas de las generaciones más recientes entran en el embarazo con factores de riesgo como la obesidad", recuerda.
"Es mucho lo que está en juego", asegura Khan. "La presión arterial alta durante el embarazo es una de las principales causas de muerte tanto para la madre como para el bebé", explica. Esta se asocia a un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca y de accidente cerebrovascular en la madre y a un mayor riesgo de que el bebé nazca prematuramente, tenga un crecimiento restringido o muera.
Investigaciones anteriores de Northwestern y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han puesto de relieve que las tasas de hipertensión en el embarazo casi se han duplicado en la última década.
"A más de un millón de millennials ya se les ha diagnosticado hipertensión durante sus primeros embarazos", advierte Khan. En las cuatro generaciones estudiadas también han persistido las disparidades raciales y étnicas. El nuevo estudio de Northwestern descubrió que las tasas más altas de presión arterial alta durante el embarazo se daban entre quienes se identificaban como indios americanos/nativos de Alaska no hispanos y negros no hispanos.
Así, se trata del primer estudio multigeneracional que va más allá de la edad de la madre o del año natural del parto para entender los patrones de hipertensión en el embarazo. "Esto es especialmente importante cuando observamos el legado de disparidades raciales y étnicas sustanciales en esta condición de alto riesgo que afecta no solo a la madre sino también al bebé. Esto establece un círculo vicioso de deterioro generacional de la salud al comenzar la vida con una peor salud cardíaca", defiende.
Así, el mensaje clínico y de salud pública de este trabajo es "la necesidad" de ampliar la perspectiva sobre el cribado y expandir un enfoque de prevención en todos los grupos de edad antes y durante el embarazo, "particularmente entre las personas más jóvenes, que tradicionalmente no han sido consideradas de alto riesgo", afirma la primera autora del estudio, la doctora Natalie Cameron, instructora de medicina en Feinberg y médica de Northwestern Medicine.
A juicio de Khan, las tecnologías de salud móvil (por ejemplo, wearables) y las oportunidades de telemedicina han abierto oportunidades para mejorar equitativamente la vigilancia de la presión arterial. "La prevención y la identificación temprana pueden salvar vidas y mejorar la salud de las generaciones futuras desde el nacimiento", concluye Khan.