MADRID, 20 Feb. (EDIZIONES) -
El pecho de la mujer es una de las partes del cuerpo donde más puede repercutir una actividad deportiva. Saltos, carreras o movimientos bruscos, que producen oscilaciones y desplazamientos, pueden a la larga modificar e incluso dañar de un modo irreparable esta parte del cuerpo si no se usa una sujeción adecuada.
Por este motivo, la doctora Elisa Fernández Fernández, médico especialista en Ginecología y Anatomía Patológica, recuerda que se debe usar un buen sujetador deportivo, capaz de amortiguar y mantener el pecho en su sitio, evitando tirones o sobreesfuerzo de la piel y de los ligamentos que sujetan y recubren las mamas.
La piel de los senos es extremadamente fina, tiene muy pocas glándulas sebáceas y carece de músculos y ligamentos que lo sostengan. El pecho se asienta sobre los pectorales mayores, pero está sujeto, únicamente, por el sostén natural de la piel que va desde la barbilla a los senos.
Uno de los factores a considerar a la hora de decidir qué tipo de sujetador necesitamos es también el tipo de ejercicio que se vaya a practicar ya que no todos los deportes tienen el mismo impacto, todos aquellos que impliquen saltos o movimientos bruscos deben ser considerados de alto impacto.
Por ejemplo, el yoga, o los ejercicios de gimnasia pasiva requieren de un control menor que para montar en bicicleta, andar a ritmo alto o hacer montañismo; para deportes más intensos como en el tenis, el fútbol o el jogging, el sujetador deber ser más firme, y deberá prestarse especial atención a los deportes de gran impacto, como correr, la equitación o el boxeo.
El running, como advierte la doctora Fernández, es un deporte que aporta grandes beneficios al organismo aunque el pecho sufre un gran impacto. En este sentido, "se debe usar un sujetador sin aros, preferiblemente sin costuras en la copa, el tirante más bien ancho, sobre todo en mujeres con mediano y gran volumen mamario. Además, el tejido que conforma el contorno debe ser ancho para evitar que con el peso de las mamas y el movimiento, no se desplace hacia los hombros", indica.
Hay que conocer bien la forma y la estructura de las mamas así como el tipo de deporte a realizar para elegir un sujetador adecuado. Asimismo, el sujetador debe estar confeccionado en una fibra que permita una buena transpiración de la piel.
Otro factor importante que debe tenerse en cuenta es el tamaño del pecho. Hay sujetadores deportivos que protegen por compresión, apretando, simplemente, el pecho contra el cuerpo, indicados para pechos pequeños y medianos; mientras que hay otros que los envuelven, separan y sujetan sin apretar, que protegen por recogimiento, más apropiados para pechos más voluminosos.
Al hacer deporte el pecho tiene tres formas de movimiento según el ejercicio que se esté realizando y según, también, el tamaño de los pechos, los movimientos oscilatorios de arriba abajo, los laterales y también los que suceden en un tercer plano, de dentro hacia fuera.
En este sentido, los sujetadores por recogimiento son los más adecuados, ya que detienen los movimientos en los tres planos. Otra opción muy útil, sugiere la doctora, es usar el sujetador NightBra debajo de cualquier sujetador para reforzar la acción del primero ya que con él se consigue mantener recta la espalda, por lo que obliga a tensar pectorales; además, al utilizar dos sujetadores, el peso de las mamas queda repartido en cuatro tirantes por lo que los hombros se resienten menos.
En este sentido, la doctora Elisa Fernández propone usar el sujetador NightBra para evitar que las mamas se junten en el surco intermamario, la conocida zona del canalillo, por lo que la sudoración en esta zona no afecta a la piel.