MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de las universidades de Utah y Texas, en Estados Unidos, han constatado que el análisis de la actividad eléctrica del corazón del feto mediante electrocardiogramas no es más eficaz que los métodos convencionales para prevenir complicaciones en el momento del parto.
El trabajo, cuyos resultados publica la revista 'New England Journal of Medicine', analizó la eficacia de la monotorización eléctronica durante el parto para detectar anomalías en el funcionamiento del corazón del bebé, del que habitualmente sólo se monitoriza su frecuencia cardiaca, el ritmo al que late su corazón.
Esta nueva tecnología, que se denomina análisis del segmento ST del electrocardiograma fetal, indica la cantidad de tiempo que transcurre desde el final de una contracción de los ventrículos hasta el comienzo del período de reposo.
El objetivo del trabajo era saber si esta monitorización permitía ofrecer información adicional de posibles alteraciones que pudieran alertar a los profesionales sanitarios durante el parto de un posible problema cardiaco.
Los autores del estudio compararon una serie de parámetros en una muestra de más de 11.000 embarazos, desde el porcentaje de muerte fetal, convulsiones, uso de reanimación o cesáreas, y en ningún caso observaron "diferencias significativas" al contar con el apoyo de esta técnica, ha destacado Uma Reddy, médico del Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver que ha participado en este trabajo.
Las mujeres participantes fueron asignadas al azar a participar en uno de los dos grupos del estudio cuando se encontraban en la semana 36 de embarazo. Al nacer el bebé, los autores sometieron también a los recién nacidos al test de Apgar, que se realiza nada más nacer para identificar posibles problemas cardíacos o respiratorios.
Los investigadores también hicieron un seguimiento para ver si en el momento del parto se había recurrido a cesárea, al uso de forceps o ventosas para ayudar al parto vaginal, si se había detectado alguna infección del líquido amniótico o fue necesario realizar una transfusión de sangre.
DIFERENCIAS NO SON SIGNIFICATIVAS
Se detectaron complicaciones en 52 partos del grupo en que se utilizó el electrocardiograma fetal, junto con la monitorización convencional, frente a los 40 del grupo control que en el que únicamente se analizó la frecuencia cardiaca, pero las diferencias no se consideran estadísticamente significativa.
Además, la puntuación en el test de Apgar fue ligeramente superior en este primer grupo (0,31%, frente al 0,11%), y entre las madres apenas hubo diferencias en la frecuencia de efectos adversos.
"Pese a que haya nuevos tratamientos o tecnologías que pueden parecer prometedores, en realidad no es posible saber si ofrece algún beneficio a menos que se haga un estudio que lo demuestre. Y en este caso no se observa ningún beneficio", ha defendido Reddy.