MADRID 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un microbioma intestinal desequilibrado, conocido como disbiosis, puede afectar a la salud vaginal debido a que las bacterias patógenas del intestino pueden desplazarse hasta la microbiota vaginal, aumentando el riesgo de infecciones, según han señalado expertos de Intimina.

De este modo, los especialistas han destacado la relación que existe entre el microbioma intestinal y el vaginal, que en principio podrían parecer independientes, a través de múltiples mecanismos biológicos.

Dado que el intestino también juega un papel fundamental en la regulación del sistema inmunológico, si se produce una disbiosis, el sistema inmunitario puede debilitarse y, en consecuencia, la vagina se vuelve más vulnerable a infecciones e inflamación. La disbiosis también puede alterar los niveles de estrógenos, aumentando el riesgo de vaginosis bacteriana e infecciones urinarias.

Para cuidar ambos microbiomas, los expertos han puesto en valor la importancia de la alimentación. Así, una dieta rica en grasas saludables, fibra y alimentos con fitoestrógenos, como las semillas de lino y la soja, ayuda a mantener niveles óptimos de estrógenos. Además, son beneficiosos los alimentos fermentados, ricos en prebióticos y los suplementos probióticos que contengan 'Lactobacillus rhamnosus' y 'Lactobacillus reuteri'.

Entre los hábitos para cuidar el eje intestino-vagina también destaca beber suficiente agua; limitar el uso de los antibióticos para usarlos solo cuando sea necesario, ya que estos pueden eliminar bacterias beneficiosas; y practicar yoga o meditación para reducir el estrés y mantener un microbioma equilibrado.