Mamografía
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 19 febrero 2018 17:47

NUEVA YORK, 19 Feb. (Reuters/EP) -

Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Kaiser Permanente Washington en Seattle (Estados Unidos) han descubierto que el uso resonancias magnéticas para el cáncer de mama aumenta el riesgo de someterse a biopsias y cirugías invasivas, en comparación con aquellas mujeres a las que se realizan mamografías.

Además, según los resultados de una investigación que publica la revista 'JAMA Internal Medicine', independientemente de los antecedentes previos de la enfermedad, con las resonancias magnéticas se realizan menos biopsias con un resultado positivo, en comparación con las que se hacen tras una mamografía.

En ocasiones los médicos aconsejan a las mujeres con un diagnóstico previo de cáncer de mama o un riesgo genético de determinados tumores de crecimiento rápido realizarse resonancias magnéticas porque estas pruebas de imagen permiten detectar antes el tumor, cuando son más pequeños y fáciles de tratar, al tiempo que son menos molestas que las mamografías.

Sin embargo, en el estudio han observado que estas pruebas dan lugar a más biopsias y muchas de estas son quirúrgicas, por lo que implican la extirpación de grandes muestras de tejido mamario y pueden provocar cicatrices e infecciones.

En el estudio analizaron datos de un total de 812.164 mujeres que se sometieron a pruebas de detección de cáncer de mama entre 2003 y 2013. Y en total se sometieron a más de 2 millones de resonancias magnéticas o mamografías durante el estudio.

Las mujeres que ya habían sufrido un cáncer de mama tenían más del doble de probabilidades de someterse a una biopsia invasiva tras una resonancia magnética, 57 de cada mil mujeres, en comparación con las 23 de cada mil que se hicieron una mamografía.

La diferencia fue aún más pronunciada cuando las mujeres no tenían un diagnóstico previo de cáncer de mama, ya que 85 de cada mil sometidas a una resonancia magnética recibieron una biopsia invasiva, en comparación con las 15 de cada mil que se sometieron a una mamografía.

Además, se encontraron tasas más altas de anomalías benignas y tasas más bajas de casos confirmados de cáncer en las biopsias que sucedieron a una resonancia magnética, en comparación con las que se hicieron tras una mamografía, con independencia de si tenían antecedentes personales o no.

"Estos hallazgos son preocupantes", ha reconcido JoAnn Elmore, investigador de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que no participó en el estudio.

El objetivo del cribado es detectar tumores antes de que se puedan detectar en un examen físico del pecho, ya que así resulta más fácil de tratar. Sin embargo, en muchos casos se debe confirmar el diagnóstico con una biopsia para identificar el tipo de tumor y elegir el tratamiento más adecuado.

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