Duchas vaginales, ¿una práctica recomendable?

Mujer, cuerpo, cirugía estética
Foto: GETTY//SHMELJOV
Actualizado: miércoles, 15 julio 2015 18:10

   MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Muchas mujeres usan productos de higiene femenina en lo que se conoce como duchas vaginales, una práctica que consiste en arrojar chorros de agua o de otras soluciones a la vagina. Esta práctica plantea preguntas acerca de la salud y la seguridad de las duchas vaginales y otros productos perfumados usados en y alrededor del conducto del parto.

   DUCHAS VAGINALES 

   Este ha sido el objetivo de un estudio, publicado en la revista 'Environmental Health', que ha analizado la exposición a químicos dañinos. "El estudio sugiere, por primera vez, que las duchas vaginales pueden aumentar la exposición de la mujer a los ftalatos, sustancias químicas que pueden alterar la acción hormonal y están asociadas con graves problemas de salud", dice la autora principal del estudio, Ami Zota, aesora asistente de Salud Ambiental y Ocupacional en el Instituto Milken de la Escuela de Salud Pública (Milken Institute SPH, en inglés) en la Universidad George Washington, Estados Unidos.

   Los profesionales de salud pública desaconsejan el uso de productos de duchas vaginales, que pueden ocultar infecciones vaginales y conducir a otros problemas de salud graves. El nuevo trabajo da un nuevo giro a la larga lista de los problemas de salud relacionados con estos productos, dicen los autores, también expertos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF).

   Los ftalatos se encuentran en muchos artículos de cuidado personal que se encuentran en las farmacias y se asocian con muchos problemas de salud, incluidos trastornos de desarrollo y de comportamiento en los niños que han sido expuestos en el útero.

Esta práctica aumenta las infecciones vaginales

   Un tipo de ftalato en particular, el ftalato de dietilo (DEP), se utiliza en productos para retener el aroma y como muchos de los productos de higiene femenina, incluyendo tampones, toallas sanitarias y duchas comerciales, contienen fragancia pueden ser una fuente reconocida de la exposición a los ftalatos, especialmente para las mujeres en edad reproductiva, dice Zota.

   Así, Zota y sus colegas estudiaron a 739 mujeres mayores de 20 a 49 años que habían participado en una encuesta nacional y que habían respondido a preguntas sobre el uso de productos de higiene femenina. Los investigadores sabían que los ftalatos pueden ser absorbidos por la delgada piel en la vagina y una vez en el cuerpo se excretan en forma de metabolitos. Por ello, los investigadores también buscaron metabolitos de ftalatos en muestras de orina recogidas de los participantes del estudio.

   Zota y sus colegas encontraron que las duchas vaginales se relacionaron con niveles más altos en la orina de un metabolito del ftalato DEP. De hecho, las mujeres que informaron de haberse hecho duchas vaginales durante el mes anterior tuvieron un 52 por ciento más altas concentraciones urinarias de este metabolito en comparación con las mujeres que nunca usaron estos productos.

   Zota y sus colegas también encontraron una relación dosis-respuesta entre la frecuencia de las duchas vaginales y la carga corporal de ftalato. Las mujeres que se realizaban duchas vaginales con frecuencia tuvieron la mayor exposición: quienes informaron del uso de estos productos dos o más veces al mes tenían unas concentraciones urinarias del metabolito DEP un 152 por ciento más altas que las no usuarias.

MUCHOS EXPERTOS ESTÁN EN CONTRA

   Este estudio no vincula directamente los ftalatos en las duchas vaginales a los problemas de salud en las mujeres, de forma que hará falta, según Zota, realizar una investigación adicional que haga esa conexión directa. Aún así, la investigación detectó que la ducha vaginal puede incrementar la exposición de la mujer a DEP y es un hallazgo preocupante que debe explorarse más, señala esta experta.

Necesitamos saber más de los productos que usamos en nuestros cuerpos

   El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos y otros expertos en salud están en contra de las duchas vaginales porque esta práctica se ha vinculado con un mayor riesgo de infección, enfermedad inflamatoria pélvica, problemas durante el embarazo y enfermedades de transmisión sexual.

   Ahora, este estudio se suma la preocupación de que las duchas vaginales también pueden exponer a las mujeres a las sustancias químicas que pueden llevar a problemas de salud más adelante en la vida o dañar a su bebé en desarrollo, si las mujeres están embarazadas durante el uso de este tipo de productos.

   "Este estudio ofrece otra pieza de evidencia científica que demuestra por qué necesitamos saber más acerca de los productos químicos y sus riesgos para la salud antes de introducirlos en nuestros cuerpos", señala la coautora Tracey Woodruff, profesora de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas en la UCS.

   El estudio examinó las asociaciones entre los ftalatos y seis tipos diferentes de productos de higiene femenina, incluyendo tampones, toallas sanitarias, aerosoles femeninos y toallitas, pero sólo encontró una asociación con duchas vaginales.