El dolor perineal, un problema también para la salud emocional

Mujer con dolor
Foto: FLICKR/HELGA WEBER
Actualizado: jueves, 22 enero 2015 17:01

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El perineo, área comprendida entre el pubis y al ano-coccix de la mujer, es una zona corporal que cuenta con un alto volumen de terminaciones nerviosas, por lo que el dolor en muchos casos puede llegar a ser causa de sufrimiento crónico y acabar afectando a la salud emocional.

   Se estima que una de cada siete mujeres sufrirán dolor de forma transitoria o crónica en esta parte del cuerpo y, según los expertos, su aparición puede causar un trastorno de ansiedad secundario con irritabilidad que afecte "seriamente" a su vida familiar y de pareja.

   Entre los síntomas destaca la incapacidad para permanecer sentada, molestias durante el coito, trastornos de la micción o al defecar, dolor con el roce de la ropa, y el consiguiente cuadro de ansiedad que suele acompañar a esta situación.

   Así lo ha reconocido el director de Consultores en Dolor y profesor de Anestesiología y Terapia del Dolor de la Universidad Complutense de Madrid, Martín del Avellanal, que recuerda que las causas pueden ser diversas, desde partos, tratamientos de incontinencias, cirugías, abscesos e "incluso montar en bicicleta".

   Además, también puede estar causado por relaciones sexuales traumáticas, especialmente en mujeres que han dado a luz recientemente, o por caídas que provocan traumatismos sobre toda la zona perineal o el sobrepeso.

   Y "si el dolor no se trata bien, puede llevar a un abandono en la vida íntima de pareja, al aislamiento e incluso a causar pudor para hablar sobre el tema con los especialistas", ha defendido este experto.

   El profesor Del Avellanal asegura que su diagnóstico supone un reto para los profesionales en Ginecología, Urología, Rehabilitación y Fisioterapia, y en muchas pacientes el dolor es tan intenso que dificulta y enmascara cualquier exploración.

   Una herramienta clave, una vez realizada la historia clínica completa, es la resonancia magnética de suelo pélvico ya que en muchos casos permite descubrir la causa del dolor para poder actuar directamente sobre la misma.

   En cuanto a los tratamientos, la terapéutica varía desde fármacos, analgésicos y neuromoduladores, bloqueos nerviosos y radiofrecuencia, psicoterapia y abordaje del trastorno de ansiedad que muchas pacientes presentan, y operaciones quirúrgicas en casos muy específicos, pasando por la aplicación de medidas físicas dirigidas a la analgesia así como la manipulación conservadora: los tratamientos manuales, como los masajes, que aunque son antiguos, en muchos casos son también muy eficaces.