MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los cambios hormonales afectan al desarrollo y agravamiento de las afecciones periodentales en la mujer, aunque no son el principal origen ni la causa directa de éstas, ha señalado Conchita Curull de Clínica Curull.
Por este motivo, en aquellos momentos del desarrollo y de la vida de las mujeres en los que hay modificaciones hormonales como pueden ser la pubertad, la edad fértil, el embarazo o la menopausia, se debe prestar una especial atención a su salud bucodental.
Las principales manifestaciones que presentan estas patologías son la aparición de aftas o llagas en el interior de la mejilla, la lengua, el paladar o la garganta; inflamación de las encías; sequedad en la boca (xerostomia); enfermedad periodontal o piorrea; o alteración del sentido del gusto, entre otras, que deben ser vigiladas en cada diferente etapa de la vida de la mujer por un especialista.
PATOLOGÍAS EN LAS DISTINTAS ETAPAS DE VIDA
En la pubertad, "es muy problable que se empiecen a mostrar los primeros signos de la llamada gingivitis puberal, con el enrojecimiento, inflamación y un leve sangrado de las encías", ha explicado la especialista. La causa es el incremento de las hormonas sexuales, estrógenos y progesterona, que viene acompañado de un aumento de la circulación sanguínea en las encías, lo que favorece una respuesta inflamatoria a la acción de las bacterias.
"Es una situación transitoria y reversible, pero para controlarla conviene mantener unas medidas de higiene bucal eficaces, la eliminación de la placa bacteriana si fuese necesario mediante limpiezas y realizar controles periódicos con el especialista", ha señalado la doctora.
Por su parte, durante la edad fértil, las mujeres pueden presentar gingivitis menstrual, cuyo principal síntoma es una inflamación de las encías de un característico color rojo, además de llagas en la cavidad bucal o herpes labiales. Aparece días antes de iniciarse la menstruación y desaparece una vez ha comenzado. Según ha señalado experta, estos síntomas también pueden aparecer en el caso de las mujeres que utilicen anticonceptivos orales o se sometan a tratamientos de fertilidad ya que no hay que olvidar que en ambos casos se ven afectados los niveles de hormonas en el organismo.
En el embarazo es importante prestar mucha atención a las patologías en la boca, ya que hasta el 18 por ciento de los nacimientos prematuros, casi 1 de cada 5, son atribuibles a un deficiente estado periodontal materno por lo que debe ser considerado como un importante factor de riesgo.
La inflamación de las encías genera la secreción de determinadas sustancias que pueden inducir la generación de contracciones en el útero. Además, siempre hay que tener en cuenta que los cambios hormonales durante el embarazo pueden hacer aumentar la predisposición natural a padecer gingivitis, periodontitis o piorrea por lo que las revisiones dentales deben ser, por tanto, más frecuentes durante este periodo.
Otras de las afecciones relacionadas con la gestación son el agrandamiento de las encías, conocida épulis del embarazo que sangran con facilidad, la movilidad dental y relacionado con la comida entre horas, una mayor tendencia a padecer caries.
Por último, durante la menopausia, la doctora Curull ha destacado que "unos niveles hormonales correctos tienen un papel protector sobre la salud de las encías". Así, al reducirse durante esta etapa tanto los niveles de estrógenos que tenían un efecto antiinflamatorio, como los de progesterona que trae como consecuencia una disminución de la densidad ósea, puede verse afectada la salud de dientes y encías.
Aunque no está comprobada la incidencia de la osteoporosis en las afecciones periodontales, los medicamentos para su tratamiento si pueden afectar. Por otra parte, durante la menopausia, puede dar lugar a una mayor sequedad bucal que favorece la acumulación de placa y la inflamación (gingivitis atrófica o gingivoestomatitis postmenopaúsica).