MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
La diabetes gestacional es una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo y las mujeres que la desarrollan tienen una probabilidad siete veces mayor de desarrollar una diabetes tipo 2 más adelante, en comparación con las que tienen una glucosa normal durante la gestación.
Así lo ha asegurado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) con motivo del Día Mundial de la Diabetes que se celebra este martes, 14 de noviembre, que pese a ello considera que este problema es una "amenaza grave e ignorada" para la salud materna e infantil.
Además, ha asegurado Alejandra Durán, del área de Diabetes de esta sociedad científica, su prevalencia se ha visto aumentada de manera notable debido, entre otras cuestiones, al aumento de la obesidad y la mayor edad de las mujeres en los embarazos.
En el caso de sufrir este tipo de diabetes existen más posibilidades de aparición o desarrollo de otras comorbilidades o efectos no deseados, como mayor frecuencia de hipertensión arterial (HTA), incluso en su forma más grave, que se denomina preeclampsia.
Y también son más frecuentes las complicaciones durante el parto, con una mayor frecuencia de cesáreas; complicaciones para el bebé, aumentando el número de niños grandes o incluso macrosómicos (con peso superior a 4 kilos), pero también de niños más pequeños por sobre-tratamiento y una mayor estancia en UCI.
"Por eso es tan importante diagnosticarla, para prevenir en el futuro el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 de la madre y del recién nacido, cuyo riesgo es 2-3 mayor que en población general", recalca la doctora.
La SEEN advierte de que los factores de riesgo más importantes son precisamente el sobrepeso y, sobre todo, la obesidad antes del embarazo; registrar unos niveles de glucosa alta previos al embarazo; padecer tensión arterial alta (HTA) y ser fumadora; llevar una alimentación poco saludable y/o poca actividad física; y contar con una historia familiar o personal de algún tipo de diabetes y/o síndrome metabólico.
CÓMO PREVENIR O TRATAR
Y para prevenirla anima a llevar una alimentación sana y practicar ejercicio moderado para tener un peso equilibrado antes del embarazo, o al menos dieta adecuada desde la primera visita al ginecólogo, que suele producirse en la semana 8 de embarazo.
Asimismo, es imprescindible que haya comunicación con el médico, informándole en el caso de haber sufrido diabetes gestacional y asegurarse de hacer la prueba para descartar la persistencia de diabetes seis a doce semanas después de dar a luz y, por lo menos, cada tres años.
En cuanto al tratamiento de la diabetes gestacional, recuerda que las pacientes que no puedan controlar la patología a través de la dieta, necesitarán tratamiento con insulina, necesitando en ocasiones dos tipos diferentes, una para controlar la secreción basal y otra que controle también los picos de glucosa después de las comidas.