MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una combinación de dos fármacos experimentales inhibe el crecimiento tumoral y bloquea la resistencia inducida por fármacos en el cáncer de ovario, según un estudio preclínico dirigido por investigadores de Weill Cornell Medicine (Estados Unidos).
La investigación revela una estrategia prometedora contra esta neoplasia maligna difícil de tratar y, en general, demuestra un nuevo y eficaz enfoque para la identificación de regímenes eficaces para tratar cánceres con diversidad genética.
NUEVA ESTRATEGIA DE TRATAMIENTO COMBINADO
El cáncer de ovario presenta diversidad genética, ya que puede estar impulsado por mutaciones en muchos genes diferentes. Esto complica la estrategia habitual de desarrollo de fármacos dirigidos a mutaciones impulsoras comunes.
En el estudio, publicado en 'Cell Reports Medicine', los investigadores aplicaron un nuevo enfoque de medicina de precisión centrado no en mutaciones individuales, sino en la activación de las vías de señalización del crecimiento específicas de las células tumorales ováricas.
Utilizando estos datos a nivel de vía, identificaron una nueva estrategia de tratamiento combinado que se dirige selectivamente a las células tumorales ováricas y reduce el crecimiento tumoral ovárico en modelos preclínicos.
UN NUEVO ENFOQUE BASADO EN VÍAS DE SEÑALIZACIÓN TUMORALES
"Estamos entusiasmados con el potencial de usar esta combinación en el cáncer de ovario, y creemos que este enfoque será útil para identificar tratamientos efectivos contra otros tipos de cáncer que no contienen mutaciones dirigibles altamente recurrentes", comenta el autor principal del estudio, el doctor Benjamin Hopkins, profesor asistente de investigación en fisiología y biofísica y miembro del Instituto Englander de Medicina de Precisión y el Centro Oncológico Sandra y Edward Meyer en Weill Cornell Medicine.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, casi 250.000 mujeres viven con cáncer de ovario en Estados Unidos, y se presentan aproximadamente 20.000 casos nuevos cada año. El tratamiento estándar consiste en la extirpación quirúrgica de los ovarios, seguida de quimioterapia, pero la recurrencia es frecuente y la tasa de supervivencia a cinco años es de tan solo alrededor del 50%. En general, los oncólogos reconocen que se necesitan mejores opciones de tratamiento.
El doctor Hopkins y su equipo analizaron conjuntos de datos existentes sobre muestras de tumores ováricos para demostrar que, a pesar de su diversidad, las mutaciones subyacentes a estos cánceres suelen provocar la hiperactividad de una vía de crecimiento celular denominada vía MAPK.
Al analizar un conjunto de fármacos para detectar efectos de ralentización del crecimiento en 32 modelos celulares diferentes de cánceres humanos, descubrieron que un fármaco experimental llamado rigosertib, que actúa sobre la vía MAPK y se está probando contra otros tipos de cáncer, mostró una mayor eficacia contra el cáncer de ovario.
Si bien el rigosertib inhibe la vía MAPK, los experimentos del equipo demostraron que, en las células tumorales ováricas, esto tiene el efecto de desreprimir parcialmente la vía PI3K/mTOR, un mecanismo de resistencia al tratamiento.
ESPERA QUE DESPIERTEN EL INTERÉS DE DESARROLLADORES DE FÁRMACOS
Por lo tanto, el equipo realizó una segunda ronda de cribado, esta vez con combinaciones de rigosertib y diferentes inhibidores de PI3K/mTOR. La idea era atacar los tumores con mayor eficacia bloqueando tanto las vías MAPK como PI3K/mTOR. Descubrieron que, si bien el rigosertib por sí solo supera a la quimioterapia estándar basada en platino en modelos preclínicos, su combinación con un inhibidor de PI3K/mTOR funciona aún mejor.
El doctor Hopkins espera que estos resultados despierten el interés de los desarrolladores de fármacos en este enfoque, que podría incluir fármacos candidatos que actúen como rigosertib pero sean más potentes.
"También estamos trabajando para identificar más de estas dependencias tumorales específicas en el cáncer de ovario que podrían ofrecer más opciones para la terapia de segunda línea, porque actualmente no hay terapias curativas de segunda línea disponibles para este cáncer", concluye.